El Centro de Desarrollo Infantil Sagrado Corazón de Jesús llevó adelante su tradicional muestra anual de arte, donde los más pequeños expusieron las obras realizadas durante el año junto a sus docentes. En esta oportunidad, el eje de trabajo fue la escultura, con materiales reciclables y la inspiración de artistas locales y reconocidos.
La docente Noemí Martres, encargada de la sala Prejardín 1, explicó para CABLEINFORMA que el proyecto tuvo como propósito introducir a los niños en el mundo de la escultura como una forma de expresión.
“La escultura es el arte de crear formas reales o imaginarias. Trabajamos durante varios meses y les pedimos a los papás materiales reciclables, como rollitos de cartón o tubos de cocina. A través de esto, los chicos aprendieron que con diferentes elementos pueden crear obras maravillosas”, comentó la seño.
El grupo también tomó como referente al escultor bellavistense Javier Leiva, autor de las reconocidas figuras del carpincho, el yacaré y los peces que se exhiben en la Secretaría de Turismo.
“Javier vino a dar una charla, les mostró a los niños su trabajo y les contó que esas esculturas tan grandes están hechas con cartón. Fue una experiencia muy motivadora para ellos”, agregó Martres.
Además, las docentes contaron con la colaboración de la profesora Lucila Romero, de la Escuela Secundaria del Barrio Norte, quien brindó una clase especial sobre modelado en masa.
“Fue una experiencia enriquecedora. Los chicos aprendieron jugando, ensuciándose, y eso es lo más importante: que puedan explorar y expresarse libremente”, destacaron las seños.
Por su parte, Lorena Lugo, también docente de la sala de tres años, explicó que el arte fue trabajado desde diferentes perspectivas, incorporando la pintura y la libertad creativa inspirada en Pablo Picasso.
“A los chicos les encanta pintar, usar pinceles y colores. Siempre les decimos a los padres que los dejen expresarse, que no pasa nada si se ensucian o si quieren rayar. Es su manera de crear”, expresó Lugo.
Otra de las docentes mencionó que también tomaron como inspiración a Marta Minujín, fomentando la imaginación y el vuelo artístico.
“Ella dice que hay que volar en el arte, y eso hicimos con los niños. Cada uno pudo sacar lo que lleva dentro de su corazón y su cabecita”, comentó con emoción.
Desde la institución, destacaron el compromiso de las familias, que acompañaron de manera activa el proceso y participaron de la muestra.
“Estamos muy orgullosos del trabajo de las seños y de los chicos. Es un proyecto que une creatividad, esfuerzo y comunidad”, concluyó la directora.