“La empresa fue cómplice del desastre que hicieron”, afirmó en referencia a la automotriz Peugeot el hijo de un trabajador que estuvo desaparecido durante la última dictadura en el Pozo de Quilmes, uno de los centros clandestinos de “Circuito Camps”. Por esta causa, el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata juzga al exministro de Gobierno bonaerense de la dictadura Jaime Smart, al ex director de Investigaciones de la Policía provincial, Miguel Etchecolatz, y a otros 15 represores acusados por delitos de lesa humanidad contra casi 500 víctimas que también estuvieron cautivas en el Pozo de Banfield y El Infierno, de Lanús.
Sergio recordó que trabajadores de Peugeot fueron a un paro y “los militares tomaron la fábrica”. “Las mujeres y los trabajadores se acostaban en el suelo para evitar el avance de los tanques”, detalló, y apuntó que su padre y otros once obreros fueron designados por sus compañeros para hablar con los uniformados y lograron que se retiraran del predio de la empresa. “Los obreros no llamaron a los militares para reprimir un paro, fue la patronal. Todos los que estuvieron en esa comisión fueron llevados y varios continúan desaparecidos”, remarcó.
Maly aseguró en el final de su declaración que “no vine a declarar por odio o venganza, sino por justicia”. “La mejor venganza, si se quiere, es que no lograron destruirnos como familia, mantuvimos los lazos, el amor, la familia”, remarcó con énfasis.
El tribunal que integran Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Ricardo Basílico juzga por los delitos cometidos en el Pozo de Banfield y el Pozo de Quilmes a Smart, Etchecolatz, al ex médico policial Jorge Antonio Berges y a Federico Minicucci, Carlos Maria Romero Pavón, Roberto Balmaceda y Jorge Di Pasquale. También a Guillermo Domínguez Matheu, Ricardo Fernández, Carlos Fontana, Emilio Herrero Anzorena, Carlos Hidalgo Garzón, Antonio Simón, Enrique Barré, Eduardo Samuel de Lío y Alberto Condiotti. Por los crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro conocido como El Infierno están imputados Etchecolatz, Berges y Smart y el ex policía Miguel Ángel Ferreyro.
FUENTE: PÁGINA 12.