El Hospital El Salvador realizó una jornada de detección y concientización por el Día Mundial de la Diabetes

En el marco del Día Mundial de la Diabetes, el Hospital El Salvador llevó adelante una campaña preventiva en la Plaza Pedro Ferré. La licenciada Susana Legal explicó en el móvil de RADIO BELLA VISTA que esta fecha conmemora el nacimiento de Frederick Banting, uno de los descubridores de la insulina, y que el uso del color azul identifica a la diabetes en todo el mundo. Recordó que la institución comenzó estas actividades en 1997 con otro color, ya que la identificación global recién se adoptó en 2009.

Legal señaló que este año el lema es “Diabetes y bienestar”, destacando la importancia de que los espacios laborales contemplen las necesidades de las personas con esta condición. “El diabético debe comer a horario y controlarse a horario. Por eso se habla de bienestar, de reconocer estas necesidades para que puedan sostener su tratamiento”, indicó.

Durante la jornada, el equipo de salud realizó detección y controles básicos. “Cuando salimos a la plaza hacemos detección, no control. Gracias a esa primera medición, cada persona puede dirigirse después a su médico”, explicó. Los controles incluyeron glucemia, presión arterial, peso, talla y perímetro de cintura. Sobre este último punto, Legal remarcó que hoy se considera un indicador clave por su relación con enfermedades cardiovasculares. “El ACV y la obstrucción de las arterias muchas veces se relacionan con el abdomen prominente y la grasa abdominal”, agregó.

La licenciada aclaró que no existe una edad mínima para realizar detecciones. “Puede ser un recién nacido, un niño o un adulto mayor. La diferencia está en los tratamientos y en el tipo de insumos que utiliza cada paciente”, afirmó.

En cuanto al acompañamiento a las personas con diabetes, una de las licenciadas presente subrayó que la alimentación es uno de los pilares fundamentales junto con la actividad física y el tratamiento médico. “Se puede vivir con diabetes, pero es para toda la vida. Aún escuchamos a personas decir que tuvieron ‘un tiempito’ de diabetes y se curaron, pero la diabetes no se cura, se controla”, remarcó. Recomendó además realizar estudios periódicos para prevenir complicaciones como la retinopatía y la nefropatía diabética.

Sobre los desafíos culturales, destacó que en la región persisten hábitos alimentarios que requieren adaptación. “Es una lucha, pero más que nada es cambio de hábitos y concientización. Diabéticos y no diabéticos podemos comer de todo. Lo importante es la cantidad y la frecuencia”, explicó. Señaló también aspectos técnicos de la cocina diaria, como evitar que las pastas o el arroz se pasen de cocción, y la utilidad de preparar las papas con anticipación para reducir el impacto en la glucemia.

Durante la campaña también participaron pacientes que compartieron su experiencia. Uno de ellos, Cacho, contó que está realizando cambios significativos desde su diagnóstico. “Es un inconveniente, pero lo estoy sobrellevando con dieta, medicación y caminatas. Voy tres veces por semana al complejo, hago actividad física y trato de cuidarme”, comentó. Sobre los controles realizados en la jornada, señaló que su perímetro de cintura fue de un metro y continúa trabajando para mejorarlo.

La campaña concluyó con una importante participación de vecinos y con la entrega de constancias para que cada persona continúe sus controles con su médico de cabecera.