Una seria crisis de violencia estalló el martes por la noche entre los fascistas anti inmigrantes de la English Defense League y la policía, que defendía la mezquita de Southport, un pueblo británico de duelo por la muerte de tres chiquitas y seis en grave estado, en manos de un joven de 16 años. Hay autos policiales incendiados.
Después de la vigilia en homenaje a las víctimas, un grupo de manifestantes encapuchados quemó automóviles policiales, lanzó piedras contra las fuerzas de seguridad y se enfrentó a la policía.
La tensión se había sentido a lo largo del día, cuando los manifestantes de la English Defense League, que están abiertamente contra los inmigrantes y los extranjeros en el reino, se instaló en la ciudad. Su líder Tommy y Robinson se había ido del país, perseguido por la justicia. El atacante de los chicos en la escuela es un adolescente, que nació en Gran Bretaña pero sus padres son de Ruanda y llegaron escapando del genocidio.
En un comunicado, la policía de Merseyside condenó “la enfermiza violencia frente a la mezquita, tras las falsas especulaciones con la identidad del atacante” en el colegio, cuyos padres son extranjeros.
Una identidad falsa del atacante se distribuyó en las redes sociales, diciendo que era un aspirante al asilo, que había llegado en barco desde Francia. La policía dijo que el joven es británico y viene de Cardiff, no de Francia. Está detenido y sigue siendo interrogado.
“Es enfermizo ver que esto pasa en una comunidad que esta devastada por la trágica muerte de tres chiquitas” dijo el jefe policial Alex Goss, en un comunicado.
La policía está desplegada con cascos, protectores, chalecos antibalas y un helicóptero sobrevuela el lugar mientras llegan refuerzos. Les arrojan piedras y botellazos y hay varios automóviles policiales ardiendo. Un peligroso antecedente de enfrentamiento étnico y religioso en Gran Bretaña.
Una violencia que se suma a la tragedia de una ciudad que perdió a sus más chiquitos.
Un horror que recuerda la masacre en una escuela escocesa de Dumblene, donde un vecino mató a 16 chicos el 13 de marzo 1996 y el tenista Andy Murray salvó su vida, recorre a Gran Bretaña. Una tercera chica murió este martes y son tres de las víctimas de un adolescente de 17 años de Ruanda, que atacó un campo de vacaciones para madres vulnerables, cuando las chicas hacían una clase de yoga.
Fuente: El Litoral