En Bella Vista comenzó la campaña de liberación de Tamarixia radiata, el parasitoide que actúa como principal controlador biológico de Diaphorina citri, el insecto vector del HLB, una de las enfermedades más graves que afecta a los cítricos. La actividad se desarrollará sobre el arbolado urbano y en quintas abandonadas, y forma parte de un convenio entre el Ministerio de la Producción de Corrientes, la Fundación ArgenINTA y el INTA.
El ingeniero Alcides Aguirre explicó que el trabajo se inicia en Bella Vista y continuará la próxima semana en Monte Caseros. “Tenemos el primer y único centro de cría masiva de Tamarixia radiata en Argentina, ubicado en la estación experimental de INTA. Desde noviembre hasta abril realizaremos liberaciones periódicas en cítricos y en plantas de murraya paniculata, conocidas como mirto”, señaló.
Aguirre indicó que la elección del arbolado urbano responde a las características de la ciudad. “Bella Vista tiene cítricos y murraya, que son hospedadores del vector. En el ámbito urbano es difícil trabajar con insecticidas o pulverizaciones, por eso el control biológico es la herramienta más adecuada. En muchas partes del mundo se trabaja con Tamarixia para bajar las poblaciones del insecto”, explicó.
El ingeniero resaltó además el rol del equipo técnico. “Todo el personal del laboratorio de entomología del INTA participa de este trabajo, con Laura Almirón a cargo de la cría masiva del parasitoide, y con el acompañamiento permanente del municipio en las acciones dentro del área urbana”, agregó.
El ingeniero Martín Gómez remarcó que el Municipio de Bella Vista colabora con el programa a través de la Secretaría de Producción, responsable del arbolado urbano. “Aún existen plantas de mirto que deben ser erradicadas. Invitamos a los vecinos que quieran colaborar a retirarlas por cuenta propia o comunicarse con el municipio. Luego pueden reemplazarse por especies más amigables para el control del HLB”, detalló.
Sobre este punto, explicó que todavía quedan ejemplares en la ciudad. “Algunos vecinos manifiestan que plantaron el mirto antes de la ordenanza, pero la normativa sigue vigente y se continúa avanzando con la erradicación”, indicó.
En relación al trabajo de campo, la ingeniera Laura Almirón explicó las características del parasitoide y el proceso de liberación. “La Tamarixia parasita las ninfas del vector para impedir que lleguen a la etapa adulta. El objetivo es disminuir la población de sílidos tanto en zonas urbanas como en viviendas rurales donde no se aplican productos químicos”, señaló.
Actualmente, el INTA de Bella Vista es el único centro del país con cría masiva de Tamarixia radiata, aunque existen proyectos en el NOA para ampliar la producción.
“Cuantas más biofábricas haya, más podemos avanzar en la regulación poblacional del vector. El control biológico frena el avance del HLB disminuyendo la población del insecto”, agregó ingeniero Alcides Aguirre.
Los ingenieros recordaron que existe una ley nacional desde 2009 que prohíbe la producción, plantación y transporte del mirto en todo el país. Cada municipio acompaña esa normativa con ordenanzas locales para su eliminación.
Sobre la metodología, explicaron que las liberaciones se realizan con tubos de 50 individuos. “La condición es que la planta tenga el estadio susceptible, la etapa ninfal. Luego se toma el punto GPS, se registra en la aplicación del Ministerio de Producción y se hace un monitoreo a los 15 días para medir el parasitismo”, detallaron.
En la jornada de hoy se prevé liberar entre 1000 y 1500 Tamarixias en el arbolado urbano, distribuidas entre 50 y 60 por cada perímetro de manzana. Más adelante la campaña continuará en quintas abandonadas de Bella Vista, Monte Caseros y Mocoretá.