Ñande Cable en la 6ª Fiesta de la Agroganadería: corral, música y tradición en el corazón del campo

Bella Vista vivió este fin de semana una nueva edición del Festival de la Agroganadería, que por sexto año consecutivo consolidó su propuesta de celebrar las tradiciones del campo con jineteadas, danzas, música y un amplio calendario de actividades para toda la familia. El corral comunitario, creado en 2016, volvió a ser el epicentro de la convocatoria y un espacio clave para fortalecer a los pequeños productores de la zona.

Organizadores, artistas y participantes coincidieron en resaltar el valor cultural del encuentro. “Es una fiesta del hombre y de la mujer del campo”, dijo uno de los referentes del evento, y destacó que la celebración impulsa a los peones rurales a renovar cada año su vestimenta, el apero y el caballo, dándole vida a las agrupaciones y a las costumbres que acompañan la vida rural: danzas, bailes folklóricos y juegos tradicionales.

El festival combinó lo tradicional con novedades: hubo un concurso de zapateo —actividad que no se había realizado en anteriores ediciones— y diversas presentaciones folklóricas durante la jornada. “A mediodía compartiremos el almuerzo criollo: las familias se sientan juntas a disfrutar el asado a la estaca”, comentaron los organizadores, mientras las cámaras registraban el espectacular rito del fuego y la carne al palo.

La música también tuvo su espacio. Bandas locales y grupos de baile se alternaron en el escenario; jóvenes y niños participaron con energía en las distintas manifestaciones del chamamé y otras danzas. Uno de los referentes del elenco musical contó cómo se formó el grupo: “Nos conocimos en los bailes, empezamos a tocar guitarra y así fuimos armando esto. Hoy muchos chicos de cinco años ya bailan chamamé; es muy gratificante verlos metidos en la tradición”.

La elección de la embajadora del festival fue uno de los momentos más emotivos. Tras desfile y jurado, la postulante Clara Alfonso, representante de la agrupación La Armonía y llegada desde Rincón de Ambrosio, fue consagrada como primera embajadora de la sexta edición. La joven, visiblemente emocionada, dedicó palabras de agradecimiento a su familia, amigos y a la agrupación que la apoyó. Otra participante, representante de Los Primos, también remarcó la importancia de la participación juvenil: “Más que nada, apoyar a la mujer y que se anime; somos iguales que los hombres y podemos hacer todo”, expresó.

Organizadores y artistas coincidieron en la idea de que el festival no sólo preserva la música y las danzas, sino que transmite a las nuevas generaciones el amor por la tradición. “Tratamos de engordar y fortalecer nuestra cultura; mostrar en la pantalla aquellos festivales que no todos pueden visitar”, resumieron los responsables del programa regional que acompaña el evento.

La 6ª Fiesta de la Agroganadería dejó imágenes de familia, tierra y fiesta: mesas compartidas, artistas locales, chicos bailando y agrupaciones que renuevan cada año su compromiso con lo tradicional. Entre zapateos, guitarras y el humo del asado, el festival volvió a reivindicar la identidad rural y su lugar central en la vida comunitaria. Ñande Cable acompañó la jornada con una transmisión especial que permitió mostrar a toda la región el pulso y el color de esta celebración popular.