Si la fase eliminatoria de la Champions League que se disputó el año pasado se vio trastocada por el primer año de la pandemia -al igual que el mundo, claro-, que modificó sus calendarios, vació sus estadios y redujo las series a partidos únicos que concentraron la elite del fútbol europeo en 12 días, la edición actual pareció decidida a no cerrar este 2021 sin su propia rareza. La particularidad, que nutrió la inventiva diaria de los creadores de memes, ocurrió en el tradicional sorteo de la UEFA, que insólitamente se realizó dos veces luego de una serie de errores durante la ceremonia en Suiza, advertidos especialmente por el Atlético de Madrid. En medio de un escándalo y enojos varios, el segundo llamado al azar determinó los cruces definitivos para los octavos de final que tendrán lugar en febrero, con la serie entre el Real Madrid español y el PSG del argentino Lionel Messi como el duelo estelar que habrá que agendarse.
Mientras que el 2020 estuvo marcado por sus meses vacíos de fútbol, el año que se va se caracterizó por sus calendarios apretados de competencias, en el intento de la FIFA y sus federaciones asociadas de ponerse al día con sus agendas, principalmente con la mira en las clasificaciones al Mundial de Qatar. Quizás por eso, el 2021 no quiso despedirse sin entregar todavía un aliento más de fútbol, aunque nomás fuera una ilusión. Y eso fue, justamente, lo que sucedió luego del paso de comedia de la UEFA de este lunes, que obligó a hinchas, jugadores, dirigentes, clubes y federaciones a imaginar un horizonte del nuevo año de fútbol, y luego a cambiarlo por otro.
Los únicos que salieron indemnes del error fueron el Chelsea y el Lille, que una y otra vez quedaron emparentados por el azar dentro del mismo cruce, curiosidad de las probabilidades que seguramente le agradó más al equipo inglés -actual campeón de la Champions- que al francés -posiblemente el cabeza de serie menos temido de los ocho-.
El resto de los equipos, en su totalidad, vieron modificados sus planes mentales apenas se declaró nulo el primer sorteo, que según las redes de la UEFA se debió a «un problema técnico con el software de un proveedor de servicios externo que instruye a los árbitros sobre qué equipos son elegibles para jugar entre sí». Las imágenes de la transmisión oficial, por su parte, dejaron entrever momentos de confusión a la hora de maniobrar bolillas y cuencos. Cuando llegó el turno del azar para el Atlético de Madrid, por caso, se indicó que el Manchester United ya estaba emparejado (cuando no era así) y su bolilla no fue incluida en el bowl de los posibles rivales del Aleti.
Después de todo, los octavos de final de la Champions ya están en marcha. Y, para cuando llegue febrero, el mundo se habrá dividido entre quienes ya ni recordarán lo ocurrido en el sorteo y quienes, apenas termine su serie, todavía se pregunten qué hubiera sucedido de haberse cruzado con aquel otro imposible rival.
FUENTE: PÁGINA 12.