Científicos argentinos que buscaron descifrar el genoma del malbec. Se trata de un equipo perteneciente al Vivero Mercier Argentina junto al Instituto de Biología Agrícola Mendoza. El “Proyecto Iberogen”, como se lo determinó, revela el mapa genético de la variedad. Y una de las aplicaciones principales a las que se apuesta ahondar es la de poder hacerle frente, en un futuro no muy lejano, a los cambios productivos que obliga el cambio climático. “Iberogen” es el nombre del proyecto compartido entre Vivero Mercier la Bodega Roda, española. Con dicho acuerdo ambas partes se comprometieron a colaborar y explotar los resultados obtenidos.
El ingeniero Daniel Bergamin, Director Técnico de Vivero Mercier Argentina, contó la hazaña en LA MAÑANA DE LA RADIO. “Esto pone en relevancia la vinculación virtuosa del ambiente público y privado. Acá vemos todo un material de investigación que comenzó con cuatro ejes de trabajo. El primer eje consistió en hacer una caracterización minuciosa de clones de Malbec, se hizo un seguimiento durante tres años consecutivos y esa información nos fue dando una gran base de datos para afrontar el segundo eje: la parte genética. El tercer eje tiene que ver con el análisis informático ya que había que procesar una base de datos muy grande. El cuarto eje tiene que ver con la multiplicación y difusión de materiales. Uno de los clones seleccionados, fue el elegido para hacer este importantísimo análisis”, explicó.
La investigación había contado con el financiamiento de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, que dependió del ahora exministerio de Ciencia y Técnica de la Nación. El área, en la actual gestión de La Libertad Avanza, depende directamente de la Jefatura de Gabinete bajo el nombre de “Ciencia y Tecnología”.
El trabajo fue realizado por los investigadores Luciano Calderón, Pablo Carbonell Bejerano, Claudio Muñoz, Laura Bree, Cristóbal Sola, Daniel Bergamín, Walter Tulle, Sebastián Gómez Talquenca, Christa Lanz, Carolina Royo, Javier Ibáñez, José Miguel Martínez Zapater y Diego Lijavetzky. El estudio se publicó en la revista científica “Horticulture Research”, y con la misma se abre el camino para nuevos mejoramientos en aspectos productivos de la variedad.
Laura Bree, Líder del Departamento de Investigación, Desarrollo, Innovación y Sustentabilidad de Vivero Mercier Argentina, destacó la importancia del avance. “El proyecto Iberogel nace en 2016, donde nos unimos en colaboración con CONICET. Esto necesitaba un marco y en el proyecto participaron dos empresas que tenían que ser de dos países distintos. Necesitábamos articular con la parte científica y en Mendoza, nos unimos con el Instituto de Biología Agrícola. En el marco del cambio climático, las temperaturas aumentan, todo estresa a la planta y comienza a perder calidad la uva y por ende el producto. Insistimos en que no queremos perder nuestra variedad emblema y debemos hacer todo lo posible para abrir nuevas puertas de desarrollo ante las necesidades concretas del mercado”, dijo.