El último martes, desde aproximadamente las 19, se produjeron tres incendios en cuestión de minutos. El primero, detrás del cementerio Vedoya, por la ruta 12 y su intersección con la avenida Maipú, donde el fuego se había iniciado por la quema de residuos. Rápidamente, los vecinos fueron alertados y decidieron llamar a los bomberos voluntarios para que apaguen el fuego antes de que se produjeran mayores incidentes.
No habían terminado de apagar ese foco ígneo y vieron que a unos metros de allí salía una gran humareda. Al llegar, las brigadas se percataron de que se trataba de un incendio de gran magnitud sobre la banquina.
Por la misma avenida, pero en su intersección con Alta Gracia, los bomberos fueron alertados a través del 911 por los vecinos. Los pastizales ardían a gran velocidad, por lo que temían su propagación a un monte cercano. Las brigadas trabajaron intensamente en el sector para evitar que esto sucediera y finalmente el foco pudo ser controlado.
Orlando Bertoni, jefe de Operaciones de Defensa Civil de Corrientes, informó sobre el alto riesgo de incendios en toda la provincia. La falta de precipitaciones y las olas polares secaron la vegetación, convirtiéndola en combustible propicio para el fuego.
El titular de Defensa Civil, Eulogio Márquez, advirtió que el peligro de incendios podría aumentar de forma considerable. Apuntó a la primavera como el periodo donde podría volver a descontrolarse la situación.
«En julio comienzan a haber quemas de campos, llegando a su máximo momento a fines de julio y principios de agosto. Esta situación se extiende hasta fines de agosto», explicó.
Asimismo, un informe del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria Corrientes reflejó un incremento en los niveles de agua en la superficie de la provincia.
La evidencia satelital indicó que la superficie total cubierta con agua aumentó desde el último registro de marzo. Durante mayo, se observó un aumento total de 1.003.162 hectáreas con relación a la última medición. En síntesis, pasó de 1.313.573 hectáreas a 2.060.64 hectáreas.
También, tras semanas de fuego imparable en años anteriores, más del 60 % de los humedales correntinos quedaron afectados; se perdió entre un 80 y un 90 % de la fauna silvestre de la provincia. La sequía registró una pérdida del 60 % del volumen total de la producción de yerba mate (Corrientes es la segunda provincia argentina que cultiva yerba, la primera es Misiones).
La recuperación de las zonas afectadas llevará entre 20 y 30 años y es imprescindible que se tomen las medidas y acciones necesarias para evitar que se repitan fenómenos que empeoren aún más la situación.
FUENTE: REPÚBLICA DE CORRIENTES.