CRIMEN DE GRISELDA BLANCO: IMPUTARON A LA EXPAREJA Y SEGUIRÁ DETENIDO

La titular de la Unidad Fiscal de Investigaciones Concreta de Curuzú Cuatiá, María José Barrero Sahagún, imputó anoche a A. Jara, hasta ahora único detenido en la causa por el delito del «homicidio agravado por la relación de pareja» (femicidio), que tuvo como víctima a Griselda Blanco. El anuncio sucedió justo en el momento en el que en aquella ciudad iniciaba la audiencia indagatoria hacia el acusado. Por la mañana, la abogada querellante había puesto en duda que sea uno solo el partícipe del horrible crimen de la periodista. Por su parte, el abogado defensor sostuvo que aportarían todas las pruebas que demostrarían la inocencia de la expareja de la víctima.

El anuncio de la imputación se realizó al momento en el que Jara prestaba declaración indagatoria ante la fiscal Barrero. La audiencia en la que también se le informó de la imputación al detenido, se llevó a cabo en el juzgado de garantías de Curuzú Cuatiá, dentro de los plazos que fija el nuevo código Procesal Penal de la provincia.

La fiscal también presentará el pedido de prisión preventiva para el imputado, dado que «cuenta con evidencia suficiente para vincularlo al hecho y por existir riesgo procesal». La investigación sigue su curso y avanza con distintas diligencias científicas, cuyos resultados el Ministerio Público Fiscal asegura que serán informados en el momento oportuno.

Por su parte, la abogada Andrea Tribbia, quien ejerce la representación técnica de los hijos de Griselda Blanco, se presentó formalmente ayer como querellante en la causa. En este sentido, pudo tener acceso a parte del expediente y confirmó que la escena del crimen «estaba repleta de elementos útiles para la investigación y considera que la fiscalía no debería descartar ninguna hipótesis sobre el homicidio».

En este sentido, la abogada y los hijos de la víctima habrían recibido, el lunes por la noche, el testimonio de un vecino de Griselda, quien relató haber encontrado en la pared del patio trasero, que linda con la casa de la víctima, huellas de barro, como si alguien hubiera escalado para pasar hacia el otro lado y poder ingresar a la casa de la periodista asesinada por la puerta trasera. Al parecer, el perro del vecino fue quien habría alertado de la presencia de gente extraña en las inmediaciones.

Para la investigación, Griselda Blanco le habría abierto la puerta principal del frente a alguna persona, ya que la cerradura no estaba violentada, pero la querella tiene ahora serias sospechas de que un segundo atacante pudo haber ingresado por la puerta trasera, que da a otra habitación, en la que vivía la madre de la víctima.

Con respecto a la relación de Jara con Blanco, los hijos de la comunicadora asesinada confirmaron que estaban separados, pero mantenían una relación cordial y laboral, nada que hiciera dudar que entre ellos haya existido algún acto de violencia. De hecho, uno de los hijos habría hablado con Jara tras el ataque a su madre y este no demostró en su cuerpo signos de haber mantenido una pelea con ella, o alguna herida. Estos detalles también están en poder de la fiscal María José Barrero, quien encabeza la investigación.

Mientras tanto, el doctor Francisco Adaime, fue presentado formalmente por el acusado, como su nuevo abogado defensor, tras la renuncia de la anterior defensora técnica. En tal sentido, Adaime confirmó que lo primero que hizo es aconsejarle a Jara que declare todo lo que sabe y también que aporte todas las pruebas que sirvan para que se descubra a quienes sean responsables del homicidio.

FUENTE: DIARIO «ÉPOCA».