EL ACUERDO CON EL FMI ES MÁS PRESIONADO CON EL AUMENTO DE TASAS GLOBALES

El escenario internacional le jugó muy a favor a la Argentina en este 2021 y fue posiblemente la principal causa de una recuperación mayor a la estimada: el rebote estimado de 7% finalmente se aproximará al 10%. Pero esas condiciones ya no se repetirán en 2022. Ayer la Reserva Federal decidió que retirará de manera acelerada el estímulo monetario relacionado con la pandemia, lo que representa la antesala de un proceso gradual pero continuo de suba de la tasa de interés. El objetivo es bajar la inflación, que subió a casi 7% anual en la última medición.

Una suba de tasas en Estados Unidos y en general en mercados desarrollados es una pésima noticia para los mercados emergentes por dos razones. En primer lugar, como los bonos norteamericanos pagarán más tasa, los inversores exigen rendimientos altos para invertir en activos de riesgo. Pero además la suba de tasas debería fortalecer al dólar a nivel internacional. Y eso automáticamente significa una caída en los precios de las materias primas, cuyos precios se expresan en moneda dura.

Este año fue exactamente al revés. Hubo fuerte estímulo monetario por parte de la FED, cayó el valor del dólar a nivel internacional y la contrapartida fue un salto récord en el precio de las materias primas. El caso emblemático fue la soja, que a mediados de año llegó a superar brevemente los USD 600 la tonelada. Ese incremento le otorgó a la Argentina un ingreso adicional de USD 10.000 millones, que ya no se repetirán el año próximo.

Sin fuentes alternativas de financiamiento y con un ingreso menor de dólares que el año pasado, el 2022 luce extremadamente desafiante para el Gobierno. El Banco Central casi se quedó casi sin reservas líquidas, la brecha cambiaria sigue cercana al 100% y todavía alto déficit fiscal, más allá de la disminución a 3,5% este año.

Este cambio de escenario es indudablemente un elemento adicional de fuerte peso para no dilatar mucho más la negociación con el FMI. Sin el “viento de cola” que sopló durante 2021 y permitió que la economía argentina deje atrás más rápido el derrumbe de la pandemia, no hay mucho espacio para seguir dando vueltas y postergar el acuerdo.

Cerrar con el FMI no provocará una súbita ola de optimismo ni mucho menos, pero al menos será de ayuda para bajar los niveles de ansiedad de los inversores. Ahora la especulación en algunos bancos de Wall Street es que el entendimiento podría llegar en algún momento de enero.

FUENTE: «INFOBAE».