EL GASTO PÚBLICO SUBIÓ POR ENCIMA DE LA INFLACIÓN Y DIFICULTA EL CUMPLIMIENTO CON EL FMI

Las peleas internas del Gobierno exponen al ministro de Economía Martín Guzmán a una particular paradoja: mientras de los sectores duros del kirchnerismo lo atacan por ser el encargado de ajustar las cuentas públicas tras haber acordado con el FMI, la realidad de los números indica que el gasto público no para de crecer y que ninguno de los rubros que eran susceptibles de sufrir algún recorte experimentó una baja alguna. Subsidios energéticos, transferencias a provincias, gastos de funcionamiento del Estado y también de capital, todos ellos crecieron por encima de la inflación. Lo mismo que las prestaciones sociales, que a pesar de la presunción de que la alta inflación “licuaría” ese gasto, tuvieron un desempeño exactamente inverso con un avance de 10 puntos por encima del promedio de precios.

En ese rubro puntual, tuvo alto impacto el anuncio de Guzmán el mes pasado de un bono para jubilados y el de Refuerzo de Ingresos de $18.000. Las cuentas públicas soportarán a partir del mes próximo una nueva presión, tras los cambios al mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias que el Presidente anunciará hoy junto a Guzmán y el titular de la Cámara de Diputados y promotor de la medida, Sergio Massa. Así, con cada anuncio oficial de recomposición de ingresos, financiados en gran medida con el “excedente” de recaudación dado el nivel de inflación mucho mayor al previsto, la meta de déficit fiscal acordada con el Fondo Monetaria queda sometida cada vez a mayor estrés, con bajas probabilidades de cumplimiento.

El desequilibrio aceptado por el FMI no debe superar 2,5% del PBI. En los primeros cuatro meses del año, se acumuló un rojo de 0,4% del PBI, el doble de lo registrado para el mismo período en 2021, cuando el déficit totalizó 3% del producto. Aun así, las cuentas por ahora se ajustan al sendero trazado en el acuerdo con el FMI pero Giorgio señala dos puntos clave por lo cual la dinámica es insostenible. Por un lado, la estacionalidad del gasto que lo hace que el segundo semestre sea mucho más exigente que el primero; por el otro, los límites que se impusieron a la contabilidad creativa tras la aplicación que hizo Economía de “rentas de la propiedad” para cumplir las metas del primer trimestre. En este sentido, “todos los gastos del sector público no financiero están creciendo por encima de la inflación interanual, que promedió 54% en el arranque de año”, apuntó Giorgio. Incluso aquellos gastos que se preveía serían objeto de un ajuste.

El informe de Equilibra brinda un detalle pormenorizado: los subsidios energéticos, que antes de la guerra en Ucrania se esperaba que cayeran 0,6 puntos porcentuales del PBI, treparon 166% en lo que va del año, debido al salto en el precio internacional de la energía y la postergación del aumento y segmentación tarifaria. Dado que el gasto en este rubro treparía aún más en los meses de menores temperaturas, cuando la demanda de gas y electricidad aumenta para calefaccionar hogares, la consultora prevé que en 2022, los subsidios rozarán 3% del PBI, por encima del 2,3% en 2021. Pero no fue el único gasto en alza.

FUENTE: «INFOBAE».