Aunque ya era un secreto a voces, Cristina Kirchner se ocupó de poner en blanco que no hay chance alguna de llegar a un acuerdo con el FMI antes de octubre. La vicepresidenta no sólo aseguró que la Argentina “no tiene plata” para pagar la deuda, sino que además las condiciones en materia de plazo y tasa que ofrece el organismo son “inaceptables”. La lectura que dejaron estas palabras no dejó margen para dudas: las chances de un acuerdo antes de las elecciones son casi nulas.
Ya en el discurso del 1 de marzo, al inaugurar las sesiones ordinarias del Congreso, el Presidente Alberto Fernández había indicado que el Gobierno no tenía apuro por cerrar la negociación y la semana pasada aseguró que había “otras urgencias” que arreglar con el FMI.
Claro que para los inversores se trata de malas noticias. Un acuerdo con el Fondo debería llegar de la mano de un plan económico, que permita a la economía volver a crecer. Pero todo quedó ahora en una etapa muy preliminar. Un comunicado del organismo y otro del ministerio de Economía reconocieron avances y que hubo coincidencias sobre algunos pilares que deberían formar parte de ese plan. Sin embargo, no se mencionan plazos y tampoco hay fecha para una misión del organismo con autoridades del equipo económico. Se trata de un paso previo imprescindible antes de llegar a un acuerdo.
Sin la red de contención que ofrecería el Fondo Monetario, ahora el Gobierno concentrará sus esfuerzos en evitar cualquier cimbronazo cambiario. Por lo pronto, en este marco es improbable que se avance con una mayor apertura del cepo. Lo único que puede haber es algún permiso adicional para que las empresas que precisan insumos importados puedan acceder con mayor facilidad al mercado cambiario.
Mantener el cepo con fuertes restricciones y evitar que vuelva a aumentar la brecha cambiaria serán dos aspectos fundamentales para llegar de la mejor manera posible hasta octubre. Mientras tanto, la Argentina seguirá pagando los vencimientos de deuda de la Argentina con el FMI, que este año ascienden a nada menos que USD 4.800 millones. La “paz cambiaria” cumple además un rol clave como ancla contra la inflación, al menos de corto plazo.
FUENTE: «INFOBAE».