A la caída del consumo producto de las restricciones de la pandemia y la consecuente crisis económica, la inflación durante el 2020 fue otro de los problemas que aquejó tanto a las familias como a los comerciantes. En Corrientes, el sector privado contabiliza un aumento de precios de entre el 35% y el 38%.
Las limitaciones en las importaciones y en el transporte terrestre entre provincias, por la alarma sanitaria del coronavirus tuvo un impacto directo en las pequeñas y medianas empresas.
En las grandes empresas, se produjeron limitaciones en la producción de alimentos, la fabricación de electrodomésticos y la producción de recursos para obras de construcción.
FUENTE: DIARIO «EL LITORAL».