La periferia de la capital francesa vivió otra jornada de disturbios ante el aumento de tensiones sociales en la sexta semana de confinamiento obligatorio.
Grupos de jóvenes se enfrentaron a la policía en los suburbios de París en la madrugada del miércoles, en la cuarta noche consecutiva de confrontaciones, tras el aumento de las tensiones sociales por un caso de abuso de las autoridades y las estrictas normas de confinamiento para hacer frente al coronavirus.
En Villeneuve-La-Garenne, al norte de la capital, la policía antidisturbios se adentró en un complejo de viviendas sociales para sofocar los disturbios después de que se prendiera fuego a contendedores y escombros. La policía utilizó escudos para protegerse de botellas rotas que les lanzaron ante la mirada de los vecinos desde sus ventanas mientras los antidisturbios apuntaban linternas sobre los bloques de viviendas.
En Nanterre, más al oeste, las calles estaban llenas de restos de coches calcinados y de cristales rotos de una parada de autobús destrozada. También se informó de disturbios en el distrito de Clichy, la zona norte de la capital.
Un portavoz de la Prefectura de Policía explicó a Efe que en la noche del martes al miércoles hubo nueve detenciones y que se lanzaron diferentes tipos de proyectiles y artefactos pirotécnicos contra algunas patrullas de agentes, pero sin que se produjeran enfrentamientos directos ni heridos. “La situación ha sido globalmente más tranquila que la jornada precedente” cuando las fuerzas del orden también arrestaron a nueve personas, destacó el vocero.
Los problemas comenzaron en Villeneuve-La-Garenne el pasado fin de semana, después de que un motociclista resultara herido en una colisión con un coche policial sin identificación durante un control.
Rápidamente empezaron a circular acusaciones contra los agentes, según las cuales éstos habrían causado el accidente al abrir voluntariamente una puerta de su coche para detener al motorista.
La policía, que ha iniciado una investigación sobre el incidente, dijo que quería interrogar al conductor, que había sido visto conduciendo a toda velocidad y sin casco.
En previsión de que los disturbios se repitieran, la Prefectura de Policía había decidido prohibir el martes la compra y la tenencia de fuegos artificiales y otros artículos pirotécnicos en toda el área metropolitana de París hasta el 27 de abril.
Las “banlieues” de Francia, urbanizaciones de gran altura en las periferias de las grandes ciudades, han sido durante mucho tiempo focos de conflicto por las desigualdades sociales y económicas. En 2005, los disturbios duraron tres semanas después de que dos jóvenes murieran al huir de la policía en un suburbio del norte de París.
FUENTE: «INFOBAE».