Así lo manifestó el Secretario General de SUTECO, Fernando Ramírez, quien habló en LA MAÑANA DE LA RADIO sobre la decisión tomada por el Gobierno Provincial de volver a las clases presenciales en medio de la situación sanitaria creciente. «Hace 15 días el gobernador decía que la movilidad debía cesar y la escuela genera mucha movilidad. En Corrientes los números siguen altos, por eso decimos que es una irresponsabilidad anunciar la vuelta. Nosotros no cuestionamos la presencialidad pero en este tiempo hya que buscar alternativas hastaq ue salgamos de esta crisis sanitaria», dijo.
Al ser consultado sobre las declaraciones previas de la Ministra de Educación, donde asegura que la escuela no es un foco de contagio, el titular resaltó que no coincide porque las condiciones no están dadas para el regreso seguro. «No coincido con la Ministra de Educación, porque faltan sanitizantes y el salario no es el mejor. La movilidad se complica, en pocas palabras, la escuela no está cuidada. La escuela no es una isla. Se debe esperar un poco más porque la docencia está disconforme y los padres también. Escuchan las notas pero no hay respuesta, hasta nos parece un atrevimiento publicar en Twitter los anuncios», comentó el titular.
«Acá se sigue gobernando como antaño, porque el que piensa distinto se lo estigmatiza y se lo deja de lado. Más allá de la forma de comunicar, es la decisión que se toma por eso pedimos hace tiempo que el Comité de Crisis se extienda a otras personas. La movilidad genera el foco de contagios, no la escuela ni nuestras casas. De todos modos, no nos ponemos en víctimas porque todo el mundo es víctima», remarcó el docente.
Sobre el proceso de aprendizaje de los alumnos en medio de la pandemia, opinó que se da de la misma forma pero que el Estado debe estar presente con decisiones correctas que no afecten al docente. «En estos años se aprende dentro de la virtualidad, pero estamos en un proceso gravísimo de la humanidad por eso el estado debe planificar doble. Es una estupidez tomarnos a los correntinos y argentinos como rehenes de la barbarie política», cerró Ramírez.