La salud de Pablo Grillo, el fotógrafo herido en la cabeza durante la marcha de jubilados, muestra signos de mejora, según informó su padre, Fabián Grillo. El joven, quien permanece internado en el Hospital Ramos Mejía, ha comenzado a realizar movimientos en manos y piernas, lo que ha renovado las esperanzas de su familia. “Son cosas que antes no hacía”, expresó su padre con optimismo.
El incidente ocurrió cuando una cápsula de gas lacrimógeno, lanzada por un gendarme durante las protestas, impactó directamente en la cabeza de Pablo. Desde entonces, ha sido sometido a dos operaciones y a una intervención menor para instalar un sensor que monitorea la presión intracraneal. A pesar de la gravedad de la situación, los últimos avances son alentadores: “Hoy abrió un poco los ojos y le quitaron el respirador. Abrió los ojos y luego los cerró. Está bien”, relató Fabián Grillo en una entrevista para PUNTO DE VISTA.
El padre del fotógrafo también criticó la falta de respuestas por parte de las autoridades: “Ni desde el gobierno ni de ninguna institución pidieron disculpas o se acercaron al hospital donde está Pablo. La mentira es una nueva agresión”, afirmó, refiriéndose a las declaraciones de Patricia Bullrich, quien se pronunció sobre el hecho seis días después del incidente. Según Fabián, “la justicia dirá si se realizó lo adecuado o no”.
En cuanto al contexto del incidente, Fabián Grillo defendió el derecho a la protesta y subrayó que la violencia proviene de infiltrados: “El hecho de que sea o no militante no es ningún problema. Él estaba trabajando y, si no lo estuviera haciendo, no tendría que haber problema”, declaró.