LAS GALAXIAS CANÍBALES, UN FENÓMENO QUE CRECE EN EL ESPACIO

En el espacio las distancias son enormes y muchas veces no podemos dimensionarlas a escala humana cuando hablamos de planetas distantes, soles y galaxias. En la vida de las galaxias la interacción con las vecinas juega un papel esencial. Tanto es así que, a pesar de ese espacio sideral que hay entre ellas, terminan chocando y devorándose unas a otras.

Es que las galaxias no existen en forma individual. La mayoría forma sistemas múltiples en los que viven y evolucionan bajo la influencia de otras galaxias vecinas. Observarlas interactuar a millones de años luz de distancia nos permite conocer también el comportamiento que ha tenido nuestra galaxia, la Vía Láctea en su evolución en el tiempo.

Esta semana, se ha descubierto una galaxia que refleja la versión muy temprana de nuestra galaxia natal, la Vía Láctea. La galaxia, apodada The Sparkler, está incrustada en un sistema de antiguos cúmulos estelares y se alimenta con avidez de sus compañeras galácticas más pequeños para crecer, según una reciente investigación publicada en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society a partir de observaciones realizadas por el poderoso telescopio espacial James Webb (JWST).

El descubrimiento de Sparkler, llamado así por sus dos docenas de cúmulos globulares en órbita, proporciona una visión única de la historia de formación de la Vía Láctea durante su infancia. Los cúmulos globulares son colecciones densas de alrededor de un millón de estrellas. La Vía Láctea alberga actualmente alrededor de 200 cúmulos globulares.

FUENTE: «INFOBAE».