A tres semanas del crimen del colectivero Daniel Barrientos, la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Homicidios de La Matanza ordenó esta tarde la liberación por falta de méritos de dos detenidos por el caso, y de esta manera se les denegó la prisión preventiva.
Los beneficiados por la decisión del fiscal, Gastón Duplaá, son Alex Gabriel Barone y Gabriel Alejandro Barone, los primeros sospechosos en caer en manos de la justicia por el asesinato del colectivero de 65 años, en la madrugada del 3 de abril, de un disparo en el pecho mientras conducía el ómnibus de la línea 620.
Cabe destacar que el test de barrido electrónico, llevado a cabo la semana pasada, no detectó restos de deflagración del disparo de arma de fuego en sus manos o sus ropas, por lo que en el día de hoy se determinó la liberación de ambos por falta de pruebas. Sin embargo, desde la fiscalía apuntaron que no están desvinculados por completo de la causa.
En primera instancia, Alex Barone, de 19 años, fue arrestado horas después del crimen del colectivero, a unos 5 kilómetros de la escena del crimen, mientras conducía a toda velocidad en un Chevrolet gris a metros de donde quedó el Fiat Siena quemado que se habría utilizado para huir luego de matar a Barrientos.
Por otra parte, Gabriel Barone, de 24 años, fue capturado en la esquina de Valentín Gómez y Ascasubi, de Gregorio de Laferrere, en el marco de los cinco allanamientos que dispuso la Justicia, donde se secuestraron dos camperones, uno de color negro y otro gris, de interés para la causa.
Vale recordar que una de las cámaras de seguridad de la zona detectó a otros sospechosos yendo hacia la dirección de un Fiat Siena, vehículo que utilizaron para huir de la escena del crimen. En el lugar del hecho hubo 16 disparos, tras el enfrentamiento entre los maleantes que asaltaron el colectivo y un agente civil de la Policía de la Ciudad.
Ahora, sólo quedan dos sospechosos por el crimen del colectivero: se trata de Rodrigo Pablo Pititto, de 22 años; y Antonio González, alias “Pancho” de 23 años, acusado de robar el auto para escapar de la zona del siniestro y el posterior incendio para borrar evidencias.
FUENTE: CRÓNICA.