El ministro de Economía de la Nación, Martín Guzmán, se refirió a las negociaciones que lleva adelante con los tenedores de bonos y las autoridades del Fondo Monetario Internacional (FMI) para avanzar en la cancelación de la deuda y admitió que si bien la Argentina quiere ser «un buen deudor», todavía «falta un camino importante» para llegar a un acuerdo.
En medio de la crisis sanitaria mundial a causa de la pandemia de coronavirus, y mientras el país intenta evitar mayores consecuencias económicas derivadas del freno a la actividad que impuso el aislamiento obligatorio, el funcionario destacó que el brote afectó la logística. «Es muy distinto cuando el diálogo entre los acreedores y el gobierno se realiza por videoconferencia. El hecho de no estar en persona condiciona el proceso».
Asimismo, respecto de la oferta presentada por el Gobierno, que propone entre otras cosas retrasar el pago tres años y reducir intereses, Guzmán indicó que lo fundamental es que el acuerdo sea sostenible. «Queremos convertir a la Argentina en un buen deudor que pueda hacer frente a sus compromisos. Y hay múltiples combinaciones de los parámetros de una oferta que son consistentes con la idea de lo que llamamos restaurar la sostenibilidad».
Al referirse a la estrategia liderada por el presidente Alberto Fernández para detener la curva de contagios en el país, el ministro informó que el objetivo fue priorizar la salud de los argentinos y dijo sobre el impacto de las medidas tomadas en la economía: «La cuarentena afectó mucho la actividad económica y tiene un costo fiscal importante, en un contexto en el que la Argentina carece de acceso al crédito internacional». Y al hablar sobre la emisión de moneda y la tendencia a la baja de la inflación, agregó: «Con el país saliendo de la cuarentena se crea la necesidad de esterilizar parte de la creación de dinero. Eso ya está ocurriendo. De hecho, el país está entrando en una dinámica positiva en el desarrollo de un mercado de deuda pública en pesos que en diciembre estaba cerrado».
Luego de ser consultado por las características de la oferta, indicó que se propuso pagar un cupón promedio de 2,3%, que tiene que ver con lo que Argentina puede más que con lo que pasa en el mundo. «Pero es cierto que las tasas globales de interés son muy bajas. Si se aceptara nuestra oferta, la Argentina podría hacer frente a sus compromisos y nuestros acreedores tendrían un retorno realista. Al cupón promedio que hoy paga Argentina, del 7%, no podemos hacerle frente».
Guzmán también se refirió a la decisión de negociar antes con los acreedores privados que con el FMI y dijo: «Tiene que ver con una cuestión de tiempos. Los tramos fuertes para la devolución de la deuda con el FMI [sobre un total de 44.000 millones de dólares] recaen entre el 2021 y el 2023. En cambio, en 2020 debíamos afrontar pagos muy grandes a los acreedores privados».
Por último, el ministro afirmó que la Argentina necesita «construir robustez y acumular reservas que sostengan un mercado interno de deuda en pesos» y agregó que frente a la devaluación del dólar en el mercado libre, el oficial se mantiene como «tipo de cambio real competitivo y estable».
«La Argentina sigue en una situación de inestabilidad. Está en este proceso de reestructuración de la deuda porque no tiene capacidad de pago. Y va a trabajar hasta conseguir el acuerdo», cerró.
FUENTE: DIARIO «LA NACIÓN».