Es el único miembro de la Cámara de Casación bonaerense y quien falló a favor de que los reclusos tengan celulares en los penales. Su fallida incursión en la política.
El juez de la Cámara de Casación bonaerense, Víctor Horacio Violini, aceptó durante los últimos días el pedido de más de 2.300 reclusos y firmó su liberación. Entre ellos hay una serie de casos de abuso sexual infantil, en donde los acusados regresaron a sus barrios y volvieron a estar cerca de sus víctimas.
Durante los primeros días de abril, Violini consideró aceptables los argumentos de los 19 defensores generales de la provincia de Buenos Aires, quienes exigieron mediante un habeas corpus la liberación de un grupo de reclusos considerados “población de riesgo”, tanto en cárceles como en comisarías, en donde la principal razón esgrimida fue el posible ingreso del coronavirus a los penales provinciales.
El 23 de abril, el magistrado oriundo de La Plata firmó el pedido colectivo y todos fueron liberados. Sin embargo, la indignación fue mayor cuando trascendió que Pedro Olmos, de 68 años, quien fue detenido en septiembre pasado después de estar prófugo durante 5 meses, acusado de abusar sexualmente de una chica de 13 años, regresó a su domicilio en Burzaco, a menos de cinco kilómetros de la casa de la menor.
El protagonismo del juez Violini, único miembro de la Sala de Casación que integra (es decir, único voto de la misma), comenzó a surgir el 30 de marzo pasado, cuando permitió que los reclusos del Sistema Penitenciario Bonaerense (SPB) tuvieran celulares en los penales provinciales. También les otorgó ese beneficio a quienes están alojados en las comisarías.
Cinco días después de aquella decisión, la diputada de Juntos por el Cambio Carolina Píparo denunció que fue amenazada por las redes sociales por Carlos Moreno, uno de los condenados por haberla baleado en el 2010 durante una salidera bancaria en La Plata. Moreno, al igual que los miles de reclusos que integran el SPB, había conseguido tener acceso a un celular tras el fallo de Violini.
El repudio más notorio ocurrió en las redes sociales, en donde parte de la sociedad expuso su indignación ante la decisión del magistrado. Precisamente en Twitter, plataforma en la que Violini utiliza con periodicidad, cuenta en que la reza la siguiente biografía: “Vivo en La Plata desde que nací. Padre de 4 hijos. Juez de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires. Hincha de Racing”.
Por estas horas, con su fallo en medio de una pandemia que azota a todo el mundo, Violini resolvió, mientras dure el aislamiento social en Argentina, el arresto domiciliario de los presos por delitos leves y que son grupo de riesgo. Sobre los internos en situación de riesgo pero alojados por delitos graves, dispuso que cada juez analice si es viable el arresto en su casa.
Sin embargo, tal como lo relató Infobae, dos de los que consiguieron prisión domiciliaria son violadores de un chico de 8 años y de una nena de 6 años. Los dos violadores viven cerca de los abusados. Uno es vecino y el otro está radicado a cincuenta cuadras del domicilio de su víctima. A ambos los liberó Violini.
Violini, quien fuera oficial de policía antes de graduarse como abogado, se encuentra inmerso en una crítica que lo señala como uno de los responsables que permitió la comunicación de los presos en todo el país. Mediante los teléfonos lograron trascender las nuevas medidas, entre ellas tomar los techos de los penales para exigir el máximo beneficio: la libertad.
FUENTE: «INFOBAE».