El capitán sufrió con las lesiones, los bajones anímicos y los problemas con la altura. Finalmente, esperó a último momento para dar la nómina.
Argentina tiene equipo, “pero fue difícil”. Lesiones, bajones anímicos y problemas con la altura comenzaron a causar, por primera vez, problemas en la convocatoria de Gastón Gaudio, para completar el equipo de Copa Davis. El interior de una trama que todavía no quedó definida en la que hubo idas, vueltas y casi ruegos para completar una formación que permita conseguir el triunfo.
Guido Pella (single 1), Juan Ignacio Lóndero (single 2), Leonardo Mayer (comodín), Horacio Zeballos y Máximo González (ambos en dobles), fueron los elegidos para representar a la Argentina, luego de un mes que tuvo su historia.
No hubo ambiciones económicas ni cuestiones de avaricia, tampoco vanidades ni peleas de cartel, pero “esta convocatoria no fue fácil”. Sí hubo planteos desde lo físico, lo mental y lo anímico. En las tres convocatorias anteriores de la nueva gestión de la Asociación Argentina de Tenis, a cargo de los integrantes de la recordada Legión, no hubo mayores problemas para sumar cuatro jugadores. No fue el caso en esta oportunidad en la que hay que viajar a la altura de Bogotá para disputar los Play Off ante Colombia y la dupla N°1 del mundo.
Justamente, el primer inconveniente con el que se encontró el capitán Gastón Gaudio fue la altura de la capital colombiana. A Diego Schwartzman (#13 del mundo y 1 de Argentina) no le gusta jugar en esas condiciones y se lo manifestó a Gustavo Marcaccio (sub capitán), en Australia. “No me gusta jugar en la altura, nunca saqué buenos resultados en la altura, no sé si vale la pena que vaya a Bogotá. Hay otros argentinos que pueden hacerlo, así que, de no haber necesidad, no sé si yo le sumo al equipo”, dijo Peque a comienzos de febrero, durante la semana del Córdoba Open.
Faltaban tres semanas para presentar la nómina definitiva a la Federación Internacional de Tenis, pero no había preocupación, hasta que una alarma volvió a encenderse en el seno de la capitanía. Ya con tres confirmaciones aseguradas, Guido Pella, Horacio Zeballos y Máximo González, el Gato sentía que estaba todo bajo control, pero Juan Ignacio Lóndero decidió que no aceptaría la convocatoria en esta ocasión. ¿La razón? “Tengo que defender muchos puntos de acá a mitad de temporada (título en Córdoba, octavos de 5 torneos y Roland Garros), por lo que podría irme para atrás en el ranking , y prefiero concentrarme más en mi carrera de singles”, también manifestó en la capital mediterránea. Según allegados al tenista de Jesús María, la decisión también estaba atada a que sintió que no lo necesitaban, ya que a pesar de su ranking quedó afuera de la convocatoria para disputar las finales de Copa Davis en Madrid, en noviembre pasado, y no tuvo oportunidad de disputar ningún partido durante la ATP Cup, por lo que llegó al Australian Open habiendo jugado un solo partido ante Daniel Evans (GBR), en Adelaida.
Dos declaraciones fuertes, en 24 horas, que sonaban a bajas sensibles para un equipo que se había mostrado sin fisuras, pero sin figuras.
Por eso fue fundamental el trabajo del capitán y subcapitán durante el Argentina Open que culminó una semana atrás. Allí volvieron a charlar tanto con Schwartzman como con Lóndero, para contar con ambos o, al menos, con uno de ellos. Y aunque la respuesta del cordobés seguía siendo la misma, se escuchó desde el cuerpo técnico una frase alentadora: “Estamos mejor de lo que piensan”. Hasta que llegó el viernes por la noche y el fatídico momento del desgarro de Schwartzman, tres games antes de derrotar a Pablo Cuevas. Los estudios posteriores hicieron volar las palabras por el aire. Las plegarias comenzaron a elevarse para mantener a Lóndero el mayor tiempo posible en Buenos Aires para intentar torcer su decisión. Sólo su presencia en la final de dobles echó luz en la tarde oscura del cielo de las cavilaciones de los capitanes, luego de la derrota del oriundo de Jesús María el sábado de semifinales de single.
Domingo 16 de febrero, previo a la definición de dobles y a su viaje al ATP 500 de Río de Janiero, Lóndero se sienta junto a Gastón Gaudio. Ademanes del capitán, una charla con pedidos de comprensión del momento y las necesidades ante la falta de jugadores que puedan mantener a la Argentina como candidata a la victoria. Varios minutos juntos y una confirmación que se hizo oficial tres días más tarde, en Brasil, para tranquilidad de la dirigencia argentina, porque la Asociación de tenis necesita de los recursos que genera la Copa Davis, siempre ha sido dependiente de este torneo y ahora no es la excepción.
Sueldos, competencias nacionales, torneos de iniciación al profesionalismo (Futures y Women), como también challengers y programas de desarrollo de menores precisan un soporte económico que sólo se lo puede dar la Federación Internacional, a través de subsidios y la participación en la pelea por la Ensaladera de Plata. Por esta razón, era vital el trabajo de persuasión de los capitanes, luego habría momento para el trabajo en cancha y un planteo estratégico.
Sin embargo, faltaba un imprevisto más. Guido Pella, quien siempre había dicho presente en todas las series desde su debut en Gdansk, ante Polonia, a comienzos de marzo de 2016, emitía un comunicado en sus redes sociales en el que manifestaba que, si bien no era habitual en él, iba para “hasta estar al 100 por ciento” de su condición física. Ya tenía problemas, “muy cargado” en la parte baja de la espalda (se había hecho atender en un par de ocasiones), a lo que se le agregó una distensión en el oblicuo derecho y un neuroma en el pie derecho, que lo llevó a infiltrarse en dos ocasiones, por lo que sintió que su cuerpo “dijo basta”.
Con esta baja, Gaudio perdía al 1 y 2 de su equipo y debía recurrir a otros recursos, que lo llevó a confiar en un viejo conocido como Leo Mayer, a pesar de no estar pasando por el mejor momento, y en algún otro debutante. Descartado Delbonis, algunas miradas apuntaron a Facundo Bagnis y otras hurgaron en la posibilidad de llevar a Federico Coria.
Fueron dos días de planteos y nuevas charlas, por eso, Gaudio se quería tomar hasta el último minuto que le permitía la ITF: 11:00 horas del martes 25 de febrero. Volvieron a conversar con Pella y el bahiense accedió a que lo inscribieran una vez más.
A la 1 de la madrugada de este martes, el equipo de comunicación de la AAT recibió la nómina del capitán y se puso a trabajar en lo que sería la difusión de la convocatoria, mientras que los integrantes del cuerpo administrativo de Copa Davis comenzaron a completar el formulario con los nombres del equipo argentino, para que, a primera hora, estuviera en los escritorios en Londres.
A pesar de ello, el cuerpo técnico entrará en el juego de las especulaciones y esperará a ver si Pella está en condiciones de viajar y, si lo hace, si puede jugar alguna de las dos jornadas. Por eso, volverá a tomarse hasta el último minuto para decidir. Hasta una hora antes del sorteo, programado para el jueves 5 de marzo a las 15:00, tiene tiempo para realizar cambios de jugadores (poner sacar de la lista) y hasta una hora antes de cada juego puede modificar al participante del match.
Argentina disputará sus chances de avanzar a las finales de Copa Davis, en Madrid, en el Palacio de los Deportes de Bogotá, frente a Colombia, que cuenta con la pareja N°1 del dobles mundial (Farah-Cabal), Daniel Galán (#148 del ranking) y un jugador casi retirado (Santiago Giraldo).
FUENTE: «INFOBAE».