La NASA y el Pentágono buscan a un cohete chino de gran tamaño que está fuera de control. Se trata del Long March 5B, que regresará a la atmósfera de la Tierra este fin de semana, y hay preocupación por el lugar dónde pueden impactar sus escombros. El riesgo de daños y de que golpeen a alguna persona es bajo.
El vocero del Departamento de Defensa de Estados Unidos, Mike Howard, señaló en un comunicado que se espera que el cohete entre en la atmósfera de la Tierra “alrededor del 8 de mayo” y que su trayectoria está siendo rastreada por el Comando Espacial de Estados Unidos.
Howard también indicó que el “punto exacto de entrada a la atmósfera de la Tierra” del Long March 5B no se puede identificar hasta dentro de unas horas, cuando se produzca su reentrada.
A su vez, informó que el Escuadrón de Control Espacial número 18 de Estados Unidos brindará actualizaciones diarias sobre la ubicación del cohete a través del sitio web Space Track.
Si bien la mayoría de los desechos espaciales se queman en la atmósfera, se trata de un cohete de 22 toneladas cuyas piezas más grandes podrían volver a entrar en la atmósfera y causar daños si impactan en áreas habitadas.
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