Cecilia Nicolini, asesora de Alberto Fernández y pieza clave en las negociaciones para adquirir vacunas, reveló cuestiones geopolíticas hasta hoy no informadas públicamente detrás del acuerdo firmado por la Argentina con Rusia para acceder a dosis de Sputnik V.
Los detalles de esa relación quedaron al descubierto en un mail escrito el 7 de julio por Nicolini. El destinatario de la carta es Anatoly Braverman, hombre de confianza de Krill Dmitriev, CEO del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF es su sigla en inglés), encargado de gestionar la venta de vacunas a otros países.
El escrito, originalmente redactado en inglés, plantea la preocupación de la Argentina por las demoras registradas en la entrega del componente 2 de la vacuna y ahonda en otras cuestiones que explican la preferencia geopolítica del gobierno de Alberto Fernández y el uso político que se pretendió darle a la campaña de inmunización.
Por ejemplo, Nicolini les recuerda a los rusos que el gobierno argentino hizo “todo lo posible para que Sputnik V sea un gran éxito”, pero advierte: “Nos están dejando muy pocas opciones para seguir luchando por ustedes y por este proyecto”.
Esa frase es el corolario de un mail que contiene además una amenaza de “romper públicamente el contrato firmado” y un elemento de presión: “Acabamos de emitir un decreto presidencial que nos permite firmar contratos con empresas estadounidenses y recibir donaciones de Estados Unidos. Las propuestas y entregas son para este año y también incluyen la pediatría, que es otra ventaja”.
La aplicación del segundo componente de la Sputnik V se transformó en un dolor de cabeza para la Argentina. Hay más de 6 millones de personas que iniciaron sus esquemas con esa fórmula y no saben cuándo llegará la segunda dosis. Lo ideal, según se informó en un principio, es un intervalo de 21 días entre ambas inyecciones. Ese período fue extendido a 12 semanas por el Consejo Federal de Salud cuando se detectaron las demoras de Rusia para cumplir con el contrato. Más de un millón de personas que fueron vacunadas con una dosis ya cumplieron ese lapso. Por eso, la Ciudad de Buenos Aires y otras jurisdicciones comenzaron a hacer pruebas sobre la combinación de fórmulas de distintas compañías.
FUENTE: «INFOBAE».