Este miércoles, en RADIO BELLA VISTA, el coach ontológico Martín Alderete compartió detalles sobre su trabajo con pacientes oncológicos, una iniciativa que comenzó hace un año y que se ha consolidado como un espacio de apoyo emocional y mental para quienes enfrentan el diagnóstico de cáncer. Con reuniones quincenales, el grupo que lidera ha sido un refugio para quienes buscan manejar la carga emocional y psicológica de la enfermedad.
«Estamos trabajando muy bien porque ellos trabajan muy bien la parte preventiva, todo lo que tiene que ver con la prevención del cáncer de próstata y de mama», señaló Alderete. La prevención ha sido un pilar fundamental en este proceso, aunque el trabajo va más allá del diagnóstico médico. “Lo que hacemos es brindarles herramientas para responder al diagnóstico. Todos somos conscientes de que algún día moriremos, pero eso cambia cuando se recibe un diagnóstico de cáncer. Nadie está preparado para saber que sus días están contados”, reflexionó el coach.
Alderete subrayó una idea central en su trabajo: “Decimos en las reuniones que cáncer es igual a tratamiento, no que cáncer es igual a muerte. No tenemos que llegar al extremo de encerrarnos y deprimimos. Lo que nos mata no es la enfermedad, sino lo que creemos de ella, y eso es más peligroso”, advirtió, resaltando la importancia de cambiar la perspectiva frente a la enfermedad.
El grupo ha crecido de manera constante. «Se van sumando más personas, pero muchas no se animan a dar el paso por el prejuicio social que existe. El mayor enemigo hoy es el ‘qué dirán’. Hemos visto casos de personas que llegaban con temor, y hoy, en medio de su tratamiento, son otras personas. La transformación es notoria”, comentó Alderete, destacando el valor del apoyo emocional en medio de la lucha contra el cáncer.
Uno de los temas recurrentes que trata el grupo es el papel crucial de la familia. «El apoyo familiar es fundamental, pero eso no significa que deban angustiarse. Muchas veces, los pacientes no comparten su dolor con sus seres queridos por temor a preocuparlos, y es ahí donde el grupo juega un papel liberador. Aquí, se sienten libres para expresar lo que sienten», explicó Alderete.
Finalmente, el coach instó a las familias a entender el proceso emocional por el que pasa el paciente. “Es importante que la familia comprenda que la persona está atravesando un momento muy difícil y tiene derecho a llorar. Sin embargo, no debemos dramatizar, porque eso puede afectar negativamente al paciente», cerró.
