Enrique Arrúa, Licenciado en Ceremonial y Protocolo, brindó su opinión sobre la organización y duración de los actos escolares durante una entrevista en LA MAÑANA DE LA RADIO. En el marco de una reunión con el Concejo Deliberante, donde se abordaron posibles reformas en este ámbito, Arrúa destacó la importancia de estos eventos para fortalecer la identidad patriótica, aunque sugirió la necesidad de reformular algunas prácticas.
“Durante el acto se producen o se producían situaciones difíciles de controlar ya sea por la temperatura o por diferentes situaciones. Eso llevó al bloque del concejo a solicitar una reunión para conocer nuestro punto de vista. El señor Gastón Lanser desde su cargo público y yo como profesional opinamos sobre la iniciativa. La realidad es que los actos escolares no pueden obviarse, son eventos que permiten fortalecer la identidad patriótica. Se pueden reformar las formas, las maneras y la duración. Cuando se tenga un marco regulatorio, las escuelas van a poder respaldarse del mismo”, precisó.
“Hay que aunar el criterio de todas las instituciones escolares sobre la asistencia. Pero, esto no para por la cantidad sino por la dinámica de los actos. Uno de los tantos objetos de un acto patrio es que los chicos puedan aprender. Los actos no deben durar más de 40 minutos, es el tiempo que se estipula y se mide. Un acto largo no siempre es un acto productivo; por lo menos en ciudades como la nuestra”, expresó el profesional.
Durante la reunión con el Concejo Deliberante, se planteó la necesidad de citar puntualmente a los alumnos y se discutió sobre el horario de inicio de los actos. Arrúa enfatizó la importancia de respetar los horarios establecidos tanto por las instituciones como por los estudiantes. También aclaró que los saludos protocolares son parte integral de los actos y no deben ser omitidos. “En la reunión con el Concejo Deliberante, se planteó la necesidad de citar puntualmente a los alumnos. Ellos hicieron un mea culpa sobre el horario de inicio, lo digo así para no. Hay que respetar los horarios por las instituciones y los estudiantes; muchas veces dicen “allá están tomando café”, yo estuve en los saludos protocolares y puedo afirmar que eso no es así, lo que menos se hace es tomar café. No se pueden sacar los saludos protocolares”, manifestó Arrúa.
“Los concejales son conscientes de que esto debe cambiar, seguramente con el marco regulatorio no sé si dará un cambio rotundo pero por lo menos irá cambiando o reconociendo que esto no puede pasarse de horario. Los concejales no quieren que se reiteren los inconvenientes que se tuvieron en el acto del 24 de marzo”, sostuvo.
En cuanto a la dinámica de los actos, Arrúa sugirió que, exceptuando el acto del 17 de agosto, estos podrían realizarse en cualquier horario. Destacó que la gesta de los actos por la mañana se relaciona con el izamiento de la bandera, pero que las escuelas podrían ajustar estos horarios según su conveniencia sin perder relevancia en el acto. “La cuestión horaria, excepto el acto del 17 de agosto, se puede hacer en cualquier horario. Lo que llevó la gesta de los actos por la mañana es para aprovechar el izamiento de la bandera. La idea no es sacar puntos del acto, sino que sea dinámico y claro y que el tiempo no sea tan extenso. La cuestión del izamiento tiene que ver con la reglamentación, ahora si la escuela quiera izar bandera en las primeras horas y comenzar a las 10:00 horas, lo puede hacer. De ninguna manera el proyecto de los concejales es para quitar relevancia al acto”, aclaró.
El Licenciado en Ceremonial y Protocolo subrayó que la propuesta del Concejo Deliberante busca ordenar puntualmente la realización del acto, sin restarle importancia. Además, reflexionó sobre la evolución de los tiempos y la necesidad de adaptarse a los cambios, aunque reconoció que sus opiniones pueden generar impacto en la comunidad. “Algunas instituciones citan una hora antes del acto y eso no corresponde; lo de las inasistencias es una cuestión institucional, yo como Licenciado en Ceremonial y Protocolo no me puedo meter en eso y los concejales tampoco. Con 15 minutos antes, un grupo de alumnos y algunos docentes ya es suficiente. Con esto simplemente se quiere ordenar puntualmente la realización del acto. Ahora bien, estamos criando chicos de cristal y padres de algodón; en otros tiempos íbamos y nos acostumbrábamos. Por supuesto que tendrá un impacto lo que digo pero los tiempos cambian y bueno, hay que aggiornarse”, cerró.
