El abogado, ex fiscal Federal y ex jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra habló en DEBATE INTERIOR sobre su papel de defensor del secretario Penal, Federico Grau, suspendido en sus funciones mientras dure la investigación y el juicio por un caso de supuesta complicidad del ex juez Carlos Soto Dávila y sus secretarios Grau y Pablo Molina con una banda de narcotraficantes, liderada por el itateño «Morenita» Marín. «Al principio dudé en tomar esta causa, vi que no había pruebas y empecé a mirar todos los renglones y ahora lo puedo decir, me hago cargo: estoy convencido de que fue una causa armada por los fiscales y juez que instruyó en la Capital Federal para cargarse a un juez federal del interior. Lo hicieron renunciar a Federico Grau, honestísimo, le arruinaron la vida. Hoy está viviendo de changas y el otro día pasé por ahí: me da pena. Ellos hicieron un negocio con el narcotráfico, lo cual es absolutamente ilegal. Le prometieron muchas cosas», dijo el abogado.
Algunos letrados apuestan a la posibilidad de que la causa termine volviendo a fojas cero por el cúmulo de nulidades que se habrían generado en su desarrollo. Con todo, el veredicto, cualquiera sea, quedará sujeto a la revisión de la Cámara Nacional de Casación Penal en primera instancia y al control de constitucionalidad que hace la Corte Suprema de Justicia de la Nación como intérprete final y custodio de la vigencia de las garantías constitucionales, sin ser sino una instancia de excepción. «El que era secretario de esa causa, lo ascendieron. Ellos querían colgarse la medalla de descubrir un Juzgado que beneficiada al narcotráfico y cuando uno hace estas cosas, deja rastros. Si uno hace negocios con el narcotráfico tiene que rendir cuentas. Iglesias, Torres y Schaefer, fueron los encargados de armar la causa. Patricia Bullrich estuvo muy metida en la Causa Sapucay pero quiero decir que eso no tuvo nada que ver con esto; por eso no se explica lo que hace la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR). Este juicio será escandaloso, estoy absolutamente seguro de que terminará en acusadores convertidos en acusados», señaló el profesional.
«Mi objetivo profesional es defender a Grau, reparar su inocencia y erigir su honor que han derribado. Los que van a quedar acusados son los fiscales. La idea era quedarse con el lugar y con el Juzgado. Mi defendido lloraba cada vez que lo iba a ver, si uno lo hizo ni siquiera lloraría. Grau estuvo procesado y detenido, lo único que hay es: Le dijo que le dijo. Esto es seductor, vende… Obvio que llamaría la atención. Le mantienen la acusación, es escandaloso lo que han hecho para sacar a un juez del interior, con la soberbia que tienen los porteños. El día que armaron la causa, presentaron nueve pruebas de las cuales Grau aparece en la última y es solo un audio donde el jefe del narcotráfico habla con un abogado y dice que es amigo de Grau. Hoy él está sentado ahí con esa prueba trucha que hicieron. Los hechos no existen, por eso no hay pruebas. La causa está podrida y va a salir la podredumbre de este debate; nunca debió haber existido este juicio», explicó a este medio.