Patricia Arrúa, corresponsal de Télam, habló en LA MAÑANA DE LA RADIO y explicó que esta semana recibieron la tercera suspensión desde el anuncio de cierre. «Tenemos una incertidumbre total, no tenemos ninguna novedad. Recibimos otro correo así que estamos entrando en la tercera semana sin trabajar. No tenemos la menor idea cuál es el plan porque Télam se creó por Ley y se tiene que cerrar por Congreso. El día lunes tendremos más novedades. Debería acudir al Congreso para el cierre. Trabajo hace 16 años como corresponsal de Télam en Corrientes y fue un shock las palabras del presidente porque el lunes consiguiente recibimos un correo donde dispensaban de nuestro trabajo», contó.
«Télam es la segunda agencia de habla hispana más grande del mundo y con la tecnología ha crecido muchísimo. Télam se autofinancia y tiene una facturación anual por sus servicios. La Agencia de Noticias para un país es una bandera de soberanía. Parte del archivo argentino está en Télam y cerrarla es algo terrible; la mayoría de los países no lo cierra porque es una herramienta estratégica. Una agencia de estas dimensiones, es imposible que funcione con 80 corresponsales. No sé qué plantean hacer con esa cantidad de personal que es mínima. Es falaz que la agencia es un aparato de propaganda kirchnerista; cada trabajador puede tener la identidad política que quiera y al momento de escribir las noticias se escriben de todos los sectores, todos los colores políticos», resaltó.
Arrúa expresó que el equipo de gestión se renueva con cada cambio de gobierno, lo cual ocurre constantemente. Comentó que se divulga la acción gubernamental y las noticias de las provincias. En su opinión, considera que se trata más de una obsesión por atacar un símbolo de soberanía. «El aparato gerencial cambia con los gobiernos, va cambiando todo el tiempo. Se difunde la acción del gobierno y las noticias de las provincias. Si la cuestión es que alguien no trabaja, se puede investigar, sancionar o despedir. Si hay problemas con la administración también se puede resolver. Creo que es más una obsesión de ir contra una bandera de soberanía», expresó Arrúa.