Patricia Gabriel es especialista en arte culinario, cheff, pastelera y charló con LA MAÑANA DE LA RADIO sobre su situación. A partir de que le diagnosticaran celiaquía incursionó en la cocina sin glúten. Aquí su experiencia.
“Comencé a cocinar sin gluten, a partir de que me diagnosticaron celiaquía. El gluten es una proteína que se encuentra en el trigo, la avena y el centeno. En los cereales, digamos. El cuerpo los digiere y de alguna manera es algo que hacemos mal y lo notamos con algunos síntomas que van apareciendo. Esto puede ser la anemia, la inflamación de intestinos y demás. Hasta caída de cabello y otras patologías.”, comentó Patricia.
Para esta profesional, “Una vez que cambiamos la alimentación, se nos van los síntomas y volvemos a tener una vida saludable. En cuanto al sabor, hoy tenemos un montón de harinas e ingredientes libres de glúten y que ayudan a que todos puedan comerlas y sean ricas, a diferencia de años anteriores.”
“Cuando cocinamos tenemos que pensar en todos, no sólo en los que nos pueden comer glúten. No hay nada más lindo que compartir un plato de comidas. Para reemplazar la harina de trigo, necesitamos mezclar varias harinas. Entonces usamos fécula de mandioca, harina de arroz o de maíz. En base a lo que quieras preparar es la textura que vas a buscar. No son harinas que aporten muchos nutrientes, más allá de que con el paso del tiempo fueron apareciendo otras certificadas y que reemplazan a estas. En el mercado se encuentran estos mixes.”, explicó.
En cuanto a las alternativas, Patricia explicó que hay varias en cuanto a sabores y costos. “Todos los alimentos libres de glúten son más costosos. Las harinas, por ejemplo. Quizá tenga que ver con la demanda del producto. Es bueno saber que siempre que compre un producto terminado, va a ser más caro, a diferencia de si lo prepara uno.”