DÍA MUNDIAL DE LA DISLEXIA: CRECEN LOS DESAFÍOS EN LA EDUCACIÓN

Hoy, 8 de octubre, se conmemora el Día Mundial de la Dislexia, una fecha destinada a concientizar a la sociedad sobre este trastorno del aprendizaje que afecta a millones de personas en todo el mundo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente el 10% de la población escolar presenta dislexia, lo que impacta de manera significativa en su desarrollo académico y social.

La dislexia es un trastorno específico de la lectoescritura de carácter persistente, que tiene su origen en una alteración del neurodesarrollo. Su principal característica es la dificultad para desarrollar habilidades relacionadas con la lectura y la escritura, lo que puede derivar en problemas de aprendizaje si no se detecta y aborda a tiempo.

En este contexto, la detección temprana y el tratamiento adecuado son fundamentales para evitar el fracaso escolar. Desde el Municipio, se acompaña a quienes presentan dislexia mediante un trabajo interdisciplinario, buscando también sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de atender cada singularidad.

En Argentina, la Ley 27.306 garantiza el derecho a la educación de niños, adolescentes y adultos con dificultades específicas de aprendizaje (DEA), incluyendo la dislexia. Esta legislación promueve una educación inclusiva, equitativa y de calidad, evitando la patologización del trastorno y promoviendo la diversidad en las aulas.

La vicedirectora de la Escuela N° 17 «José Fermín González», Karla Giovacchini, habló en el marco de esta conmemoración y destacó la importancia de la inclusión en las escuelas. «Es uno de los trastornos más conocidos porque afecta el sistema de lectura y escritura. Nosotros, como escuela inclusiva, vemos que los problemas de aprendizaje se incrementan con los años. Hay muchos chicos que no están diagnosticados, y eso también es un desafío», señaló.

Giovacchini destacó que en su institución, al contar con grupos reducidos, los docentes pueden ofrecer una enseñanza más individualizada. «Es más fácil para el docente atender a cada niño cuando hay menos alumnos en el aula. Esto ya se nota desde primer grado, y si no se trata, puede generar problemas de memoria o comprensión a largo plazo», explicó.