Mediante un documento que dejaron trascender desde la Casa Rosada, insiste en la «buena fe» y en los esfuerzos realizados por la Argentina.
Aunque las recientes declaraciones de dos de los comités de acreedores fueron poco amigables con la Argentina y con el desarrollo de las negociaciones, el Gobierno mantiene la intención de seguir dialogando con los acreedores para poder presentar una oferta definitiva y que pueda ponerse a consideración del mercado.
“La Argentina ha estado y sigue comprometida en un diálogo constructivo con los acreedores, y está dispuesta a considerar una solución que respete las restricciones planteadas en el análisis de sustentabilidad de la deuda realizado por el FMI. La República espera una reestructuración exitosa de la deuda, que debe estar en línea con la capacidad de pago del país”, dice un documento, escrito en inglés, que dejó trascender el Gobierno.
En ese paper, las autoridades argentinas hacen un repaso de lo sucedido durante las primeras semanas de junio, bajo los acuerdos de confidencialidad (NDA) celebrados con los distintos fondos, y plantean que en ese diálogo, “las soluciones propuestas por los tenedores de bonos fueron, en gran medida, inconsistentes con el análisis del personal técnico del FMI sobre la sostenibilidad de la deuda y los parámetros necesarios para que Argentina restablezca la estabilidad macroeconómica”.
Además, plantean que las propuestas de los bonistas, especialmente la reversión de las cláusulas de acción colectiva existentes, incluyeron ajustes al marco contractual equivalentes a revertir años de construcción de consenso en la comunidad financiera internacional.
Por otra parte, frente a quienes plantean que es preferible que la Argentina acepte el acuerdo ofrecido por los inversores antes que soportar los costos de un default, las autoridades insisten en que son responsables por la salud y el bienestar de 45 millones de ciudadanos durante una crisis de salud mundial sin precedentes y que “existe consenso en todo el espectro político de que los pagos excesivos de la deuda limitarán inaceptablemente la capacidad de la Argentina para sentar las bases para poder volver a crecer.
FUENTE: «INFOBAE».