El departamento de Rosario donde el Che Guevara vivió sus primeros meses –incluso donde se supone que nació– está a la venta. Desde 2002 pertenece a dos empresarios, Francisco Farrugia y Manuel de la Rica Pascual, quienes nunca lo habitaron ni alquilaron. No vivían en la Argentina cuando lo adquirieron sin tener muy claro el para qué. Los guiaban dos intenciones: preservar la memoria del revolucionario y el patrimonio arquitectónico.
El primer hogar del Che es un departamento del segundo piso de un edificio de estilo neoclasista francés ubicado en el corazón de la ciudad, en Entre Ríos y Urquiza. En esta edificación diseñada por el prestigioso arquitecto Alejandro Bustillo –creador del Hotel y Casino de Mar del Plata, el Llao Llao, el Monumento a la Bandera– viven “todos los ricos» de la zona. Se levantó para la Compañía de Seguros La Rosario. La propiedad a la venta posee 240 metros cuadrados distribuidos en un área de servicio con cocina, dos cuartos y un baño; una recepción, un palier, escritorio, sala-comedor; otros tres dormitorios y un baño que se conserva original desde 1927, año en que finalizó la construcción. Coqueto, es de techos altos, grandes ventanas y piso de pinotea.
De acuerdo al sitio de la Municipalidad de Rosario no existen registros de cuánto tiempo vivió Guevara allí. Fueron «poquitos» meses, antes de que la familia se instalara en Buenos Aires y luego en Alta Gracia, Córdoba. Lo que más emociona a Farrugia es la presunción de que en una de las habitaciones, la más pequeña, habría nacido el hombre que cambió la historia. En la copia del acta de nacimiento del Che que él posee figura que llegó al mundo en ese domicilio. Pero al igual que otros datos de su biografía no está confirmado y no deja de ser parte del misterio que envuelve al mito.
“Nosotros no especulamos como dicen algunos. Nos costó más caro mantener el departamento que el valor al que lo compramos”, se defiende el empresario, uno de los realizadores de la Campus Party, evento para aficionados a la informática, la ciencia y el entretenimiento digital. Fue fundador de multinacionales en el ámbito del marketing y editor de diarios y televisión. Colaboró con Gabriel García Márquez en la fundación de la Escuela Internacional de Cine y Televisión, de La Habana. Y es socio fundador, junto al exvicepresidente estadounidense Al Gore, de una empresa que se propone estudiar “la estructura de la sociedad del futuro”. “Soy un falso capitalista. Es muy de Latinoamérica pensar que si sos comunista o tenés ideas socialdemócratas tenés que ser pobre u obrero. No podés ser un empresario de éxito y ganar mucho dinero. En Europa no es así”, se define Farrugia, quien ya en la preadolescencia admiraba al Che y graficaba ese sentimiento en pósters que empapelaban su habitación.
Al comprar, en 2002, la primera casa del Che, ambos empresarios tuvieron la intención de encarar proyectos culturales vinculados a su figura. Hubo conversaciones con Roberto Fontanarrosa y Mercedes Sosa para el desarrollo de actividades para la preservación de la memoria. Pero al poco tiempo ambos artistas fallecieron y el proyecto quedó trunco.
De movida había una gran limitación, que ha suscitado quejas de los turistas en foros, una decepción válida: al hallarse dentro de un edificio la casa no podía habilitarse como museo. El departamento sólo quedó abierto para visitas ilustres. Fue puesto a disposición de las autoridades municipales, provinciales y nacionales. Lo recorrieron Pepe Mujica, Alberto Granados, lxs hijxs del Che, uno de los hijos de Fidel Castro, Harry Villegas.
Antes de 2002 habitó el departamento una mujer viuda que un día supo «de casualidad» que ésa había sido la primera vivienda del Che. Ella abría las puertas a quienes desearan pasar a espiar esa intimidad cruzada con la Historia.
La propiedad se vende ahora a una base de 400 mil dólares. Ya han recibido propuestas desde Rusia, Turquía y la Argentina. Continuarán escuchando ofertas hasta el 25 de este mes, momento en qué definirán en qué manos queda este pedazo de historia.
FUENTE: «PÁGINA 12».