En una desgarradora entrevista para el programa HACETE CARGO, Victoria Núñez, madre de Ángel Ojeda, el joven futbolista que perdió la vida el pasado domingo tras chocar contra un muro en un partido de fútbol, compartió su dolor ante lo sucedido. «Cuando lo vi que lo subían a la camilla, grité: ¡Es Ángel! Y cuando me enteré, me fui al hospital e intentaron tranquilizarme. No se recuperó, lo perdí a mi hijo. Me desesperé, me hicieron control de presión, salí afuera y ahí me dijeron que era crítica la situación. Agradezco a todos los que me atendieron en el hospital, no me voy a quejar porque hicieron un gran trabajo; hicieron todo lo posible», expresó entre sollozos.
«Me dijeron que tuvo tres infartos. Tengo una impotencia terrible, una impotencia que hasta ahora no la puedo superar. Él tenía tantos planes… Yo quiero justicia porque la cancha no estaba en condiciones de jugarse un campeonato de primera. ¿Cómo van a habilitar estando así la cancha? ¡Ni siquiera una ambulancia estaba! No culpo a nadie, yo solamente quiero justicia y que no se olviden de mi hijo. Quiero que nadie vuelva a pasar lo que yo estoy pasando», reclamó con firmeza.
Con una fe inquebrantable, Victoria compartió su dolor y su deseo de justicia. «Soy cristiana evangélica. No estoy enojada con nadie. Lo que nos donaron, lo ocupamos para hacer su placa, la tapa y demás gastos fúnebres. A él nunca le gustó que yo esté triste pero el domingo voy a estar de la misma forma que estoy ahora; devastada. Pido justicia y que no se olviden de mi hijo», agregó con voz entrecortada.
Ramón Ojeda, padre de Ángel, también compartió su angustia y su búsqueda de respuestas en medio de tanto dolor. «Salió un rumor por la calle que decían que él se cayó nomás; es mentira, se ve claramente que se golpeó accidentalmente. Tuvo un traumatismo de cráneo. No es nuestra naturaleza ir en contra de alguien en particular. Lo que queremos es tratar de evitar estas situaciones. ¿Qué hubiese sido si no pagábamos la funeraria con anterioridad? Eso nos salvó. Ahora mi hijo ya no está, Dios o el destino lo impuso; no lo sé», dijo con voz quebrada exigiendo que la muerte de su hijo no quede impune.
«El 5 de mayo, justo el día de mi cumpleaños, nació él. Le pedí tanto a Dios que me mande un hijo varón y ahora le preguntó por qué me lo sacó. El angelito se fue y nosotros nos quedamos en esta Tierra con tanto dolor», concluyó.