A raíz de una publicación de la Asociación de Citricultores en Instagram, se dio a conocer el precio por el cual pagan a los productores el kilo del limón. Según manifiestan, cuando el precio por kilogramo tendría que rondar entre $15 y $18, solamente reciben $5, lo que significa $5000 por tonelada. Esto deja al descubierto la crítica situación por la que atraviesa el sector. La presidente de la Asociación de Citricultores, Elsa Rangoni, visitó ÑANDE CAMPO RADIO y habló sobre la problemática. «El otro día tuvimos una reunión, hay gente que dice que no tiene sentido cosechar porque no tendrá ganancia con todo lo que uno invierte en la quinta y a la planta, todos los insumos están dolarizados; solo una fábrica está trabajando y las otras están mandando a la sucursal de Entre Ríos sin el proceso de la fruta. Igual se tendrá que pagar para retirar la fruta, estamos viendo qué se hace porque no rinde», comentó.
Según las declaraciones radiales de Rangoni, los productores se sienten desesperanzados al encontrarse frente a la incertidumbre de una Argentina con medidas económicas difusas y la escasez de gasoil. «Todo sube y el productor siempre es el que menos ganancia tiene. Esta época es la que tendríamos en realidad, abril o mayo solemos empezar la cosecha. Hoy la fábrica nos paga $5.000 la tonelada y siempre se recibe a los 30 o 60 días, la inflación avanza y nosotros tenemos que seguir cubriendo gastos. El productor tiene que tener una espalda. En la verdulería se cobra $80 o $100 el kilo de limón, siempre es el productor al que menos se le paga. Del productor a la mesa, hay un largo aumento a través de los intermediarios que comercializan», resaltó la productora.
«Nosotros estamos tratando de trabajar, estamos esperando la audiencia con el Ministro de la Producción para plantear esta situación. Estamos tratando de poner todo el esfuerzo para que la citricultura en Bella Vista no se termine. Uno se tiene que ir actualizando así que estamos haciendo capacitaciones cuando se puede de la mano del INTA, hay quienes participan y de a poco nos vamos poniendo en orden como productores; esta es la parte buena de la producción», dijo Rangoni y agregó: «Hay productores que bajaron sus brazos, hay quintas abandonadas. Todos estamos pensando en hacer además de la citricultura otra actividad más. Por suerte hay mucha gente joven y estamos tratando de tirar para adelante. Hay épocas que vale mucho y épocas que no vale nada, pero venimos ya hace unos años muy castigados. Uno tiene la esperanza de que esto cambie, por ahí se bajonea porque vemos que no avanzamos».