En preparación para la festividad de San Ramón Nonato, el equipo de la capilla San Ramón ha organizado una serie de actividades que iniciarán el 21 de agosto, pero que tuvieron una previa especial desde el 13 con la Misión de María Reina. Laura, integrante del equipo, brindó detalles en LA MAÑANA DE LA RADIO sobre esta significativa celebración para la comunidad.
«Empezamos el 13 con una misa en honor a María Reina, que se conmemora el 22 de agosto. La misión consiste en invitar a la novena de Santa Rosa y San Ramón. A veces cuesta sumar personas, pero siempre hay quienes colaboran. Nuestro templo ha avanzado mucho después de haber sido reconstruido gracias a la confianza y el apoyo del padre Ariel», explicó Laura.
Daniel Velázquez, otro miembro del equipo, destacó la importancia de acompañar a la comunidad a través de los rosarios y las misas diarias durante la novena. «El 21 se realizará una celebración especial, y desde ese día todos los días habrá rosario y misa, cada jornada con una temática diferente. Nuestro párroco, el Padre Ariel Acuña, ha sido un pilar fundamental para mantener vivo el espíritu de la capilla. El Barrio Epam tiene muchas necesidades, especialmente en la infancia, y por eso nos enfocamos en brindar acompañamiento», comentó Velázquez.
Ivana Chávez, quien también forma parte del equipo, compartió cómo la capilla ha logrado involucrar a los jóvenes en la comunidad. «Este año, mi mamá y yo organizamos un grupo de jóvenes que están en catequesis. En septiembre, muchos de ellos viajarán a Itatí, un lugar que varios no conocen. Siempre invitamos a los jóvenes a sumarse para que se sientan parte de nuestra comunidad. Recientemente organizamos un roperito comunitario y muchos chicos se fueron contentos porque les vino bien el abrigo con el frío que hizo. Los sábados seguimos con catequesis y juntando frazadas, abrigos y calzados», relató Ivana.
La Historia de San Ramón Nonato
San Ramón Nonato es venerado como el protector de las futuras madres, las parturientas y los recién nacidos. Su nacimiento fue extraordinario: vino al mundo mediante una cesárea después del fallecimiento de su madre, lo que le valió el sobrenombre de «Nonato», que significa «no nacido». Durante su vida, San Ramón fue conocido por ayudar a mujeres en trabajo de parto, lo que le otorgó una reputación milagrosa. Además, dedicó gran parte de su misión a liberar esclavos en el norte de África, enfrentando incluso la condena a muerte por su labor evangelizadora. Resistió hasta ser rescatado por otros mercedarios, convirtiéndose en un símbolo de fe y valentía.