LA FUERZA DE LA ESPERANZA: EL GUIÑO DE UNA CANDIDATURA PRESIDENCIAL DE CRISTINA KIRCHNER PARA 2023

Fue un discurso de campaña. En un clima que parecía querer revivir el 2011, con la consigna «La fuerza de la esperanza» reflotando en cada pantalla y bandera, Cristina Fernández de Kirchner salió a la cancha en el estadio de La Plata frente a una multitud que no paró de corear «Cristina Presidenta». Era la segunda vez que la vicepresidenta aparecía en público tras el atentado, pero para la dirigencia y militancia que motoriza su candidatura presidencial –con más ahínco que nunca– fue como el primer reencuentro, una reversión siglo XXI del «luche y vuelve» de Juan Domingo Perón tras 17 años del exilio (epopeya peronista cuyo 50 aniversario fue la excusa para el acto). CFK no hizo un anuncio oficial, pero dejó una puerta abierta. Luego de hablar sobre la necesidad de recuperar el pacto democrático, de profundizar sobre una política de Seguridad y de alinear precios y salarios, CFK reivindicó el proceso 2003-2015 y cerró: «Podemos volver a ser esa Argentina porque ya lo hicimos. La gente tiene que decidir si quiere volver a tener esa Argentina que alguna vez tuvo».

Parecía un festival de rock. O un acto de lanzamiento. Desde las 16, el estadio Diego Armando Maradona se había ido llenando de decenas de miles de militantes que mataban el tiempo bailando bachata o armando pogo al ritmo de Los Redondos. En un pico de mística nostálgica del Bicentenario, La mancha de Rolando tocó en vivo, la frutilla del postre de una jornada que buscó simular el clima popular del 2011-2012: no fue casual que la consigna del acto replicara la «supercampaña» del 54 por ciento de los votos del 2011. La consigna había sido clara: crear un espacio de excitación, alegría y esperanza que ayudara a generar las condiciones para la candidatura de CFK en 2023. Y 50 mil personas bailando y cantando «Cristina presidenta», sin parar, hasta bien entrada la noche, era un buen comienzo. «Estamos armando los cimientos para lo que se viene», explicó una dirigenta bonaerense.

Vestida de blanco –como Lula en el último tramo de la campaña–, CFK comenzó su discurso con una reflexión sobre la proscripción del peronismo: «Vaya ese primer tributo a ese peronismo a los que ahora muchos les quieren contar lo que es la libertad y la democracia. Que nadie venga a explicarnos a los peronistas lo que es la libertad de poder opinar», arengó, y destacó el valor del regreso de la democracia en el 83′: «Es cierto que con la democracia no se pudo comer, ni curar, ni educar, pero sí se puede vivir. Porque para educarse, para comer o trabajar primero hay que estar vivos». En ese momento, aprovechó para hacer una primera mención del intento de asesinato y aseguró, que aquel 1 de septiembre, «el pacto democrático se rompió».

Acto seguido, en un primer gesto de campaña, CFK se refirió a un tema que no suele tocar: seguridad. «Terminemos con los debates absurdos porque la democracia tiene una deuda en materia de seguridad que ningún partido político ha logrado solucionar», sostuvo, y apuntó directo a Cambiemos y su discurso «mano dura» que puso a una «Miss Argentina» en Seguridad, en referencia a las colaboradoras de Gerardo Milman (mano derecha de Patricia Bullrich cuando era ministra). Hubo más de una referencia implícita a Milman en su discurso, como cuando se refirió al proyecto de ley que presentó en el Congreso y terminaba: «Sin Cristina hay peronismo. Sin peronismo, sigue habiendo Argentina». «En esa frase –dijo ella– estaba condensado el objetivo: suprimir al peronismo».

No hubo, en esta ocasión, ningún dardo envenenado contra Alberto Fernández –que al momento del acto estaba volando hacia la Argentina– ni a sus ministros, aunque hubo una advertencia sobre la situación económica. Al cuestionar el «brutal endeudamiento» del gobierno de Mauricio Macri, la vice denunció que el FMI «condiciona nuestras políticas». «Ahora tenemos que generar recursos no para generar valor, sino para pagar la deuda. Es necesario alinear precios, salarios y tarifas», dijo y recordó que ella ya lo había advertido en el 2020 para evitar que toda la riqueza «se la llevaran cuatro vivos». «Tenemos que explicarle a nuestro pueblo. No hay mejor ayuda para un gobierno que la sociedad sepa hacia dónde vamos», reclamó.

Finalizado el discurso, que duró una hora, estallaron bengalas y fuegos artificiales y el estadio comenzó a vaciarse. «Fue un lanzamiento», afirmó un importante dirigente sindical, sonriente. «Yo ya la siento candidata», reforzó otro dirigente de La Cámpora.

FUENTE: PÁGINA 12.