La suba de precios en verdulerías no es ajena a la inflación constante que abunda en Argentina. En el último tiempo, los precios se dispararon por fuera de lo que significan las cifras oficiales lanzadas por INDEC. Por esta razón, RADIO BELLA VISTA, se trasladó hasta un local donde constató la odisea que atraviesan los propietarios tras la caída en ventas. «Tenemos de todo tipo de clientes, pero la mayoría está acostumbrado a los precios, a veces ya ni preguntan. Estamos acostumbrados a que suba. El zapallo subió y la papa bajó, estábamos vendiendo a $250 el kilo. La cebolla común está $300 y la cebolla morada alrededor de $350. Las frutas se van manteniendo pero cuando se acerque el verano van a subir», comentó una encargada.
En tanto, un vecino, Sergio, se refirió a las dificultades que enfrenta con su emprendimiento particular, del que debe comprar insumos necesarios en los que ya recae la inflación y que además, debe poner a consideración la compra de los clientes. «Los precios se dispararon un poco, pero no queda otra, hay que seguir peleando. La temporada del locro ya terminó, ahora lo que venimos a comprar es para la casa. No hay que bajar los brazos, aunque los precios se dispararon bastante. En casa somos dos, pero cuesta de igual modo. Hoy, comer un guiso, que antes salía $1500, ahora sale $2500 o $3000; eso sin contar la bebida que por ahí uno quiere tomar. El precio del asado es complicado, pero tengo la suerte de vender bien, la gente responde y compra la comida hecha. Mi trabajo en especial es una bendición de Dios», resaltó.
Por su parte, Gustavo Rausch, analizó las problemáticas con las que se encuentra a la hora de dar un mejor servicio a los clientes. «Estamos en un momento muy difícil para todos los rubros en general. Como en una oportunidad dije, nosotros tratamos de mantener precios que sean accesibles y continuar luchando para ver si podemos seguir dándole trabajo a la gente y que el cliente se vaya conforme. La reacción de la gente, obviamente es que no le alcanza su salario. La mercadería en general aumenta todos los días. Realmente no alcanza, hoy lleva menos que antes. El tema de la papa, tratamos de mantener ofertas, buscando una economía para la gente. Queremos que tengan precios accesibles para que subsistan, porque realmente no les alcanza. Nosotros como propietarios, hacemos un esfuerzo mayor y tenemos que poner toda la voluntad para seguir a ver qué pasa», sostuvo.
Según los testimonios, los propios empresarios y pequeños emprendedores sostienen que si bien la venta persiste, no es la misma que hace unos meses. «La gente solo compra para subsistir», manifestaron entre sus declaraciones, dejando entrever la caída en la calidad de vida de la población en medio de una crisis que no da respiro.