El primer trimestre de 2024 culminó con más penas que alegrías para el sector comercial. Esto en razón de que el país vive una profunda crisis socioeconómica en la que la recesión y la inflación hacen estragos en el poder adquisitivo de las familias.
De acuerdo a datos proporcionados por la Cámara Argentina de Supermercados (CAS), las ventas a boca de góndola cayeron, durante enero, febrero y marzo, entre un 10% y un 13% en las cadenas de la región Nordeste.
«La medición se hace en cantidad de productos vendidos (también llamados bultos en la jerga supermercadista) y se nota una mengua importante a nivel interanual. Fue un comienzo de año complicado, tal como se preveía», dijo el presidente de la CAS, el chaqueño Ricardo Zorzón.
Es importante destacar que, según los últimos datos difundidos por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas de alimentos y bebidas cayeron un 33,3% interanual en febrero y acumularon una disminución del 35,2% en los primeros dos meses del año en comparación con mismo período de 2023.
FUENTE: DIARIO «ÉPOCA».