Una tarde que parecía tranquila para Jaquelina Molina se convirtió en una pesadilla cuando encontró a su hija inconsciente en la pileta familiar. El desesperado pedido de auxilio y la rápida intervención de una pareja de bomberos evitaron una tragedia. La madre relató lo sucedido en diálogo con RADIO BELLA VISTA y agradeció emocionada a quienes salvaron la vida de su pequeña.
«Estábamos en casa y la bebé se estaba refrescando con su hermana en la pileta; en un momento de descuido, la bebé se estaba ahogando. Cuando la vi, estaba inconsciente. Rápidamente comencé a gritar y llamarle a mamá. Ella no respondía», recordó Jaquelina con angustia. La desesperación la llevó a salir a la calle en busca de ayuda, donde un automovilista detuvo su marcha y las llevó inmediatamente al cuartel de bomberos voluntarios.
«Un ángel que pasó por frente de casa paró y le pedimos que nos traiga al hospital; pasó primero por los Bomberos Voluntarios y ellos hicieron que reaccione. La dejaron en condiciones para que el Hospital El Salvador pueda atenderla. Es un milagro de Dios que ella pueda estar bien», contó emocionada.
La mujer no ocultó su agradecimiento hacia Ivana Ramírez y Juan García, los bomberos que intervinieron en el rescate: «Es de no creer cómo yo la encontré y cómo está ahora conmigo. Yo estoy eternamente agradecida a esas dos personas. Ahora lo hago público pero después me voy a acercar porque tuvieron la gentileza de comunicarse para ver cómo seguíamos. Un millón de gracias a los que nos ayudaron».
Ivana y Juan: dos héroes bellavistenses
Mientras realizaba tareas cotidianas, Ivana Ramírez fue testigo del angustiante pedido de auxilio de Jaquelina. Su rápida reacción fue decisiva para salvar a la bebé. «Yo estaba por barrer y veo que un auto viene en contramano. Lo único que pensé es que parecido a ese auto, tiene uno de los señores que se le había quemado el campo el día anterior, entonces pensé que venía por los incendios. Cuando fui al portón, escucho que los trabajadores gritan y cuando salgo veo a una señora correr con una niña desvanecida en sus brazos. Me dijo: ‘Se me ahoga, se me muere'», relató Ivana.
Sin perder tiempo, comenzó a practicar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) mientras su hijo llamaba a su esposo Juan García, también bombero. «Cuando baja Juan, mientras yo hacía RCP, mi hijo llama a la ambulancia pero no tuvimos respuesta, entonces uno de los trabajadores viene con su camioneta y se la lleva al hospital junto a Juan y a su madre. En el transcurso, la nena comenzó a llorar», relató.
El llanto de la bebé fue el primer indicio de que todo el esfuerzo había valido la pena. «Esta es la primera vez que nos pasa pero creo que tuvo un buen resultado. Estamos contentos en ese sentido. No queríamos molestar pero a la noche ya le llamamos a la abuela para consultar cómo estaba y dijo que estaba bien», explicó Ivana.
Conmovida hasta las lágrimas, la bombera reflexionó sobre la experiencia: «Cuando llegó nuestra nieta, la abrazamos porque le vimos a ella en nuestros brazos. Hacemos lo mejor posible para la gente».