MUJER INOCENTE ESTUVO PRESA 12 AÑOS: «NO ME CREYÓ LA JUSTICIA PERO SI LA GENTE»

Desde el comienzo de la investigación, María Gauna fue sindicada como la principal sospechosa de haber matado a su marido en esa localidad del departamento Caseros. Pasó 12 años de su vida tras las rejas, pero tiempo más tarde mediante una revisión médica se comprobó que no fue así. La protagonista del hecho, habló en exclusiva para HACETE CARGO sobre lo sucedido hace 16 años. «Yo soy de Sauce y mi marido de Arequito. Ahora estoy trabajando en Sauce desde 2017. En el año 2005, un sábado 6 de febrero, nos fuimos con mi marido a cenar con unas hermanas que tengo en Arequito. Al regresar a nuestra vivienda, antes mi marido dejaba su coche en la cochera de sus papás, ahí ingreso a casa y encuentro a una persona encapuchada y ante el grito me dice: «¡Quedate tranquila que no te va a pasar nada!» Yo escucho la voz y le digo: «Vos sos Pirulo», el cuñado de mi marido. Le digo: – ¡Va a venir Omar! Entonces me dice: – Quiero la plata, quiero la plata. Le doy indicaciones para llegar al placard donde guardábamos la plata y cuando llegamos me dice: – Te tirás en la cama. Comienza a amarrarme y cuando llega mi marido me dice: – No digas que yo estoy. Me desato las manos como puedo, abro la puerta y digo: -¡Omar, tu cuñado! Él se acerca detrás mío y mi marido le dice: – ¿Qué hacés Pirulo? Fue fácil reconocerlo por sus ojos claros y su barba, o sea que la capucha no le sirvió de mucho. Siempre apuntándonos nos dice: – Entren, entren porque los mato. Luego de eso, nos hizo arrodillar al lado de la mesa que teníamos del comedor y le ató a mi marido de las manos. Después siguió pidiendo dinero y me acordé que tenía el dinero de una hermana que me había dado para que le guarde por el cumpleaños de su hija. Le aviso a Pirulo y me dice: – Levantate y buscá la plata», contó María.

«Siempre con las manos atadas, me levanté a buscar y le di el dinero. Luego me hizo arrodillar nuevamente, y nos dice: -Bueno ahora les voy a dar de tomar algo y mañana temprano cuando ustedes despiertan hagan la denuncia. Nosotros le suplicamos que se vaya y que no nos haga nada. Nos hizo acostar y se dirigió al bañito para traer eso que tenía en papel madera. Puso en dos vasos algo con Coca Cola y comenzó a mezclar, luego de eso nos dio de tomar, yo tomé todo y mi marido no alcanzó a tomar todo y volcó un poco en su remera. Pirulo una vez que terminó de hacer eso, saca un celular y dice: – Todo bien, si en cinco minutos no salgo, entren. Posterior a eso, nos pidió que vayamos al dormitorio y ahí me desató y me pidió que desate a mi marido pero yo no podía porque estaba en shock y temblaba mucho», relató la sobreviviente. En 2008 la mujer, oriunda de la provincia de Corrientes, fue condenada a prisión perpetua como autora penalmente responsable del delito de homicidio calificado por el vínculo.

En el doloroso relato narrado en RADIO BELLA VISTA, Gauna destacó que hubo varias irregularidades en la causa, sin embargo, su fe nunca desistió. «Pirulo nos dijo: – Se van a desvestir. Luego de eso, despierto en un sanatorio con las muñecas cortadas. Mi marido tenía cortes de puñaladas en el brazo, en el corazón, en el abdomen y en la cara totalmente desfigurada de golpes. Eso fue lo que me pasó. Luego me culpan a mí del homicidio sin tener pruebas, todo por hipótesis. Yo tuve muchas heridas en las muñecas. Cuando se hizo el informe médico, la letra del médico no se entendía por lo que mandaron a escribir nuevamente y que sea legible, en eso el médico se olvidó de poner la palabra «profundo» porque yo tenía cortes profundos en la muñeca izquierda y superficiales en la derecha. Por ende, la jueza no le creyó. Eso fue lo que llevó a un recurso de revisión y la Corte de Santa Fe me absuelve. Yo estuve privada de mi libertad durante 12 años», resaltó.

Recién 10 años después estudios médicos demostraron que las heridas que tenía Gauna no pudieron ser autoinflingidas y un médico especialista lo declaró ante la justicia. Ese punto demostró que la mujer era inocente y que hubo un atacante que no solo asesinó a su esposo, sino que intento hacer lo mismo con ella. «Nunca fu investigado. De momento fui yo y a mi me condenan sin pruebas. El objeto de investigación, siempre fui yo. Ahora lo que estoy pidiendo es que lo investiguen porque Santa Fe reconoce que hubo una mala praxis judicial. Desde un primer momento, jamás me creyeron. Mi historia siempre fue la misma, lo es y lo será hasta el día de mi muerte, porque fue así. El asesino de mi marido fue su cuñado. Sucedieron muchísimas irregularidades y entre ellas, el precinto de seguridad de la casa, se puso a los cinco días. Con respecto al arma homicida, se lo llevaron a un carnicero y no a un perito forense. Es una causa muy irregular. Mis bienes en Arequito no se pueden recuperar, porque todavía tengo un expediente de indignidad. No puedo recibir nada de lo que me corresponde por derecho y por Ley, nada de objetos de valores, muebles y mi título docente. Nada puedo recuperar», comentó.

«Desde el primer momento que comencé a vivir el calvario, mi fe y mi inocencia me permitieron seguir adelante. Dios siempre da fuerzas para seguir adelante y mi familia ahí afuera apoyándome. Tuve mucho apoyo y mucho rezo. A pesar de todo, nunca bajé los brazos porque sabía que iba a salir absuelta. Mi familia creyó en mí, así como también las monjas, los curas, mi pueblo de Sauce. Hacían marchas, cadenas de oración, no me creyó la justicia pero si la gente. Pirulo sigue en Arequito caminando como si nada impunemente por las calles como si nada hubiera pasado; todavía no lo investigan. Pido que mi marido descanse en paz y mi tranquilidad. Espero que se haga justicia y quiero que apliquen todo el peso de la Ley por él, así como lo hicieron conmigo durante 12 años», señaló.

El Tribunal Colegiado de Responsabilidad Extracontractual número 2 de la provincia dictaminó que el Estado provincial deberá resarcir por daños y perjuicios a Gauna, de acuerdo a lo que establece la ley 7.658 de indemnización por sentencia judicial absolutoria.