En un giro inesperado en la legislación sobre propiedad intelectual, el Gobierno ha decidido eximir a salones de fiesta, hoteles, bares y restaurantes de la obligación de pagar a la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (SADAIC) por la música que se reproduce en fiestas privadas. La medida fue formalizada a través del Decreto 765/2024, publicado el pasado miércoles en el Boletín Oficial, y establece modificaciones clave en la ley de propiedad intelectual.
Esta nueva disposición ha generado controversia y confusión entre quienes se ven afectados por ella. Mario del Tránsito Cocomarola (h), un referente en el ámbito musical, expresó sus dudas y preocupaciones en el programa HACETE CARGO. «¿Cómo este decreto del presidente no está todavía claro? Ahora cuando verdaderamente esto se promulgue, veremos cómo son las cosas. ¿Un cumpleaños es una fiesta privada o es una celebración popular? Se hace en un lugar donde se alquila, además se cobra por el DJ que pasa música. No se quiere cobrar el derecho que tienen los autores. Lo que pasa es que está un poco confuso entonces llama a la duda», explicó.
Cocomarola destacó que la incertidumbre se centra en la interpretación del decreto, ya que la Ley de Propiedad Intelectual ha sido durante mucho tiempo una guía para determinar cuándo y cómo se deben pagar los derechos de autor. «Lo que se cobra es cuando tiene un propósito oneroso. Dentro de otras cosas, el dueño del local que alquilará dice: tanto por el alquiler del local y aparte SADAIC y no es así porque lo incluye dentro del paquete. Este decreto no está todavía entendible», añadió.
Para Cocomarola, es crucial que se respeten los derechos de los autores y compositores, quienes son los creadores de la música que se disfruta en estos eventos. «La Ley de la Propiedad Intelectual está un poco vetusta pero marca bien la diferencia. Esto es un derecho; no es una cosa de vida o muerte sino algo accesible. Se tiene que pagar esos derechos porque hay autores y compositores de por medio que inventan música, la crean de cero y son propiedad intelectual de ellos entonces es tan importante como el derecho a la privacidad», subrayó.
