La folclorista y una amiga fueron detenidas acusadas de «resistencia a la autoridad». Sucedió cuando enfrentaron a efectivos que arrestaban a un grupo de jóvenes por violar la cuarentena.
El nombre de Roxana Carabajal fue noticia en los últimos días por un polémico episodio que nada tuvo que ver con su carrera musical. El lunes, la Policía de Santiago del Estero la detuvo junto a una amiga, Sandra Farías, acusadas de agredir a efectivos que arrestaron a tres jóvenes por incumplir la cuarentena.
Luego de ser liberada, la folclorista dio detalles sobre lo sucedido y denunció «maltratos verbales, psicológicos y físicos» por parte de los agentes involucrados en el procedimiento. Además, cuestionó las condiciones en las que se vio obligada a pasar la noche en una comisaría local.
Según relató, Carabajal se encontraba en su vivienda con Farías cuando, de un momento a otro, percibieron una «energía muy negativa» proveniente de la vereda. «Salimos y ahí fue donde nos encontramos con este panorama. Había un comando de mucha gente, como si fuéramos unos delincuentes. Nos maltrataron y no nos daban información sobre lo que estaba pasando», aseguró.
Más tarde, pudo comprobar que los agentes que realizaban una recorrida, se habían detenido en el lugar para demorar a un grupo de tres jóvenes que estaban jugando al fútbol en la calle e incumpliendo con el artículo 205 del Código Penal. También afirmó que entre los implicados, de 20, 22 y 24 años, se encontraba el hijo de su amiga.
Sobre esta situación, sostuvo: «Habían salido simplemente a hacer un picadito de dos minutos y justo apareció todo ese comando. Al no recibir explicaciones, obviamente que la preocupación es aguda de parte de nosotras, más que nada de parte de Sandra que es la madre de uno de ellos».
En ese contexto, Carabajal denunció una serie de agresiones por parte de los efectivos. «Empezó un suceso de tremendos maltratos verbales, psicológicos y hasta incluso físicos, en donde nosotros recién hemos elevado un comunicado en testimonio contando todo lo sucedido, porque se ha tergiversado todo», expresó.
Además, dijo que este tipo de situaciones son moneda corriente en la provincia. «En Santiago del Estero, apunto directamente al sistema policial: a su maltrato y a su abuso de poder. Nos están tratando de una manera totalmente deshumana, y hay un montón de casos que no se ven», manifestó.
Por último, se quejó de las pésimas condiciones en las que debió pasar la noche detenida en una comisaría local. «Nos hablan de respetar el artículo 205, y resulta ser que cuando nos llevan detenidas nos tienen en una habitación de cuatro metros cuadrados con todas las ventanas abiertas a once mujeres tiradas en cuatro colchones», concluyó.
FUENTE: «TN-MÚSICA».