Así lo expresaron las integrantes del Área de la Mujer, Analía Ramos y María Ángeles Castaño, que hablaron en PRIMERA MAÑANA sobre los casos de violencia de género y abuso infantil en Bella Vista.
Las integrantes del área de la mujer, estuvieron en RADIO BELLA VISTA hablando sobre el balance de casos por violencia de género en Bella Vista. «Si bien hubo asueto administrativo, nosotros trabajamos igualmente. En esta temporada de aislamiento, hubo un incremento sectorizado en cuanto a los motivos de denuncia por violencia de género y abuso infantil. En poco tiempo, hubo un gran número de reclamos y denuncias. Para ciertas familias, el tiempo de cuarentena fue terrorífico. Al no haber un contacto judicial este año, se complicó mucho más. En cuanto a denuncias en sí, todavía no tenemos una estadística porque no cruzamos datos con la policía, pero si tenemos una cierta cantidad de casos que llegaron al área. En este período duro de pandemia, hubo aproximadamente 50 casos y pasaron 200 mujeres. Eran más de 27 casos de abuso sexual infantil», comentaron.
Sobre la violencia y su sector social, las encargadas sostuvieron que sucede en todas las clases sociales y además explicaron en qué consiste el ciclo de la violencia. «La violencia de género traspasa todas las clases sociales. La violencia tiene un ciclo: arranca con la acumulación de bronca, luego viene el estallido y luego el período de la luna de miel, donde el agresor jura que no volverá a pasar. Este ciclo se repite y para la víctima es difícil salir del círculo», dijeron.
Sobre el actuar del área, las mujeres explicaron el mecanismo que llevan adelante ante una denuncia.»Es muy complicado romper el vínculo porque hay un factor económico de por medio. Es tan importante la intervención de las instituciones y de los vecinos. Es fundamental que los vecinos intervengan y se acerquen al área. Son situaciones complejas, pero se complejizan más si la víctima queda sola. Ni bien se recibe la demanda, se le acompaña a la víctima. No se puede actuar si no se sabe el contexto de la víctima, por eso a veces se hace un trabajo de hormiga. Muchas veces la víctima no sabe que sufre de violencia psicológica porque no tiene ningún moretón».
Con respecto al acompañamiento y contención de las víctimas, dijeron que se mantienen como guías. «El tiempo de la justicia, no es el mismo que el de las víctimas» remarcaron.