Paula Wachter, directora de la ONG «Red de Infancias», advirtió sobre el alarmante crecimiento de los delitos de abuso sexual infantil en Argentina y la falta de estrategias adecuadas para enfrentarlo. En PUNTO DE VISTA, Wachter expresó que «cada año se duplican las víctimas respecto al año anterior», en un fenómeno mundial que también afecta gravemente al país. «Es fundamental tener una estrategia de prevención efectiva y educar sobre cómo proteger a los chicos, especialmente en un entorno digital donde pasan gran parte de su tiempo», remarcó.
Wachter señaló que el problema principal radica en la falta de campañas públicas sostenidas que sensibilicen a la población sobre cómo actuar para mantener a los niños a salvo en internet. «No tenemos las herramientas para protegerlos de lo que desconocemos», dijo, destacando la necesidad de una mayor conciencia y educación sobre los peligros a los que están expuestos los niños al interactuar en línea.
Según estudios mencionados por Wachter, los agresores logran captar a las víctimas en menos de 45 minutos a través de redes sociales. «Utilizan avatares o se hacen pasar por alguien de la misma edad, ganándose la confianza del niño o niña. Luego comienza una etapa de ‘seducción’, que culmina con el intercambio de imágenes íntimas. A partir de ahí, comienza el chantaje y las amenazas para obtener más contenido», explicó. Esta dinámica atrapa a los menores, quienes muchas veces no recurren a los adultos por miedo o vergüenza, sin siquiera percibir que son víctimas.
Frente a esta realidad, Wachter enfatizó la importancia de no bloquear al agresor ni hacerse pasar por los niños. «Lo que hay que hacer es capturar el material y denunciarlo al Ministerio Público Fiscal de Buenos Aires, que concentra las denuncias de todo el país», indicó. Además, destacó que las denuncias son confidenciales y que con cada una, «se detiene a un depredador menos». Según datos proporcionados por la directora de «Red de Infancias», el crimen organizado en torno a la explotación sexual infantil recauda más de 150.000 millones de dólares al año.
A pesar de que muchas veces el delito no se concreta en el mundo físico, Wachter aclaró que el daño es igual de grave cuando ocurre en el ámbito digital. «Independientemente del contacto físico, el niño está siendo abusado, y las consecuencias psicológicas son muy serias», agregó. Actualmente, de cada 10 delitos de este tipo, solo se denuncian 2 o 3.
Wachter también compartió el resultado del indicador «Fuera de las Sombras», un estudio elaborado por la ONG junto a The Economist, que evalúa la preparación de los países para combatir el abuso infantil. «Argentina quedó en el puesto número 49, lo que refleja la gran necesidad de mejorar en este aspecto», expresó. Además, señaló que el país es uno de los 10 mayores productores de imágenes de explotación sexual infantil en el mundo, y alertó sobre el turismo sexual vinculado a estos delitos, un problema que no se está visibilizando lo suficiente.
El llamado de Wachter es claro: la sociedad debe tomar conciencia de la gravedad de este delito y colaborar para proteger a los niños, a través de la denuncia y la educación. «Con cada denuncia, ayudamos a que ningún otro chico pase por lo mismo», concluyó.