Cuatro hombres armados con fusiles y granadas intentaron ingresar al parqué y se enfrentaron con la seguridad hasta ser abatidos. Entre las primeras víctimas hay cuatro guardias, un policía y un civil.
Al menos seis personas murieron, entre ellas un policía, cuando cuatro hombres armados ingresaron este lunes en la Bolsa de Karachi, la capital financiera de Pakistán en el sur del país, en un ataque reivindicado por un grupo independentista de la vecina provincia de Baluchistán.
Los asaltantes, de los que al menos dos iban vestidos al estilo occidental, según fotos de sus cadáveres tomadas por la AFP, llegaron en coche frente al edificio, lanzaron granadas y empezaron a disparar, declaró Ghulam Nabi Memon, el jefe de la policía de Karachi.
El Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA) reivindicó en Twitter el ataque cometido por miembros de si Brigada Majeed, una unidad de combatientes kamikazes que aseguró haber tomado durante un tiempo “el control de la zona”. El BLA publicó una foto de cuatro hombres jóvenes vestidos de militar y con fusiles kaláshnikov en un paisaje desértico y aseguró que era los autores del “ataque suicida” contra la Bolsa.
La provincia de Baluchistán, fronteriza con Afganistán e Irán, es la más grande y pobre de Pakistán pese a sus hidrocarburos y minerales.
También es la más inestable y en los últimos años el movimiento de insurrección separatista y la violencia de grupos islamistas provocaron centenares de muertos.
El BLA ya cometió otro atentados contra símbolos de lo que considera el espolio de sus recursos por parte del gobierno de Pakistán.
En los últimos años el grupo atacó intereses de China, que hizo grandes inversiones en Pakistán en el marco del Corredor Económico China-Pakistán (CPEC), que incluye el puerto en aguas profundas de Gwadar, en Baluchistán Ese mismo grupo reivindicó el asalto contra el consulado del gigante asiático en Karachi en 2018, que acabó con siete muertos.
El ataque contra la bolsa de Karachi tuvo lugar diez días después del lanzamiento de una granada contra una fila de espera en una oficina de ayuda social, que causó un muerto y ocho heridos.
Tras una década de violencia en Pakistán, donde hubo atentados casi a diario, la violencia se redujo considerablemente en el país y ataques como el de la Bolsa son ahora excepcionales.
La ciudad portuaria de Karachi conoció durante años una fuerte criminalidad, pero últimamente era más segura debido a una importante presencia de las fuerzas de seguridad.
FUENTE: «INFOBAE».