EL PAÍS RECORRE OTRA CRISIS HISTÓRICA: CONTROLES DE CAMBIOS, DEFAULT Y CUARENTENA

La caída de actividad se extiende por nueve trimestres y no tiene horizonte de salida antes de 2021.

Es sabido que Argentina atraviesa otra crisis económica, similar a las anteriores y, a la vez, con rasgos distintivos. La caída de la actividad comenzó en el segundo trimestre de 2018, cuando se evidenció un salto inflacionario y cambiario a partir de mayo de aquel año.

El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) solo postergó hasta septiembre de 2019 otro factor de la crisis, el del endeudamiento en dólares que empujó al país en abril 2020 a un evento de default. A esto se sumó la cuarentena para enfrentar el coronavirus, que aceleró a partir de marzo la caída de actividad general.

Un elevado déficit fiscal, que los gobiernos cubren con endeudamiento e inflación, desemboca en una profunda recesión. Y la Argentina experimentó este tipo de crisis en forma reiterada en las últimas siete décadas.

La presente acumula nueve trimestres consecutivos de caída interanual, a partir del segundo trimestre de 2018 hasta el segundo trimestre de 2020. Es probable que se extienda tres trimestres más, si es que se produce el ansiado rebote del PBI entrado el 2021, al confrontar los datos de actividad con el piso que se experimenta en estos días por las medidas de aislamiento.

En tal caso, la Argentina estará transitando la segunda crisis económica más profunda de su historia, después de la de 2001-2002, que se inició en el cuarto trimestre de 1998 y se extendió por 17 trimestres, hasta finales de 2002. En total el PBI se contrajo un 20% acumulado en poco más de cuatro años.

Si se confirman las proyecciones de una caída de 10% del PBI en 2020 (el FMI pronostica un baja de 9,9% en el año), la crisis presente acumularía una baja próxima a 15% en tres años.

Con esta tendencia, la recesión sería mayor a la de la hiperinflación, de nueve trimestres consecutivos y una caída acumulada de 14% entre el segundo trimestre de 1988 y el segundo de 1990, y también superior a la de 2009 por la crisis financiera global, que involucró cuatro trimestres a partir del cuarto de 2008 (-6%), y tuvo una salida fuerte y rápida con un rebote de 10% del PBI en 2010.

La cuarentena, cuestionada

El economista Diego Giacomini, director de Economía & Regiones, se declaró “muy crítico de la extensión del confinamiento” y manifestó que “la cuarentena obligatoria es delictiva, contra los derechos naturales del ser humano y la propiedad privada primaria, que es su cuerpo, su energía y su fuerza de trabajo, es decir los derechos inherentes para alcanzar sus fines, para sobrevivir primero, vivir, progresar y desarrollarse. Se cae la visión de proteger la salud, porque hace lo contrario a lo que pregona, termina atentando contra la vida misma. También hablan de actividades esenciales, pero esto se define desde el individuo, no desde el Estado. Para un actor, actuar es esencial, de eso vive. Querer definir la esencialidad desde lo colectivo es un error”.

FUENTE: «INFOBAE».

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