COVID-19: LAS DIFERENCIAS SANITARIAS ENTRE CHACO Y CORRIENTES

Un estudio del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) señaló la “diferencia sustancial a favor del Chaco” en comparación con la provincia de Corrientes “respecto a la institucionalización e implementación de políticas de mediano plazo que exceden la emergencia sanitaria” de coronavirus. En la investigación social analizaron las políticas públicas e intervenciones sobre la práctica de la enfermería en el contexto de la pandemia de covid-19, tomando en cuenta los años 2020 y 2021.

Sobre la situación de la enfermería y las tareas de cuidado en el sector público, en el estudio notaron “una similitud en cuanto a condiciones de contratación y precarización, aunque con una clara diferencia salarial en favor de Chaco”. Asimismo, mencionaron que “esta provincia puso en marcha un camino de profesionalización de estos agentes sanitarios a partir de una ley específica que tiende a reducir los niveles de precariedad respecto a la titulación”.

“El caso contrario sucede en Corrientes, que no cuenta con leyes específicas sobre la actividad y engloba las tareas en leyes de contratación para la administración pública que tienen décadas y que no han sido actualizadas”, advirtieron en la investigación.

El análisis fue realizado por Daniel Chao y María del Mar Solís Carnicer, integrantes del Instituto de Investigaciones Geohistóricas (Iighi) de la Universidad Nacional de Nordeste (Unne). Lo publicaron recientemente en la revista especializada en ciencias sociales “Ejes de economía y sociedad”, que se edita en la Universidad Nacional de Entre Ríos (Uner).

El tema fue abordado en la investigación social desde dos aspectos. Por un lado, insertando el modo de gestión sanitaria de la pandemia dentro de las características de los sistemas de salud de Chaco y Corrientes entre 2020 y 2021; y, luego, hicieron hincapié en algunas aristas del funcionamiento y estado de la enfermería, tomando en cuenta su organización dentro de cada jurisdicción y mostrando diversas formas de acción y marcos de existencia de estas tareas de cuidado, tan fundamentales para la atención de la salud.

La emergencia sanitaria desatada por la propalación del covid-19 puso en juego, a nivel mundial, las capacidades de los Estados de proteger a la ciudadanía, uno de los pilares que justifica su existencia. En este sentido, el estudio tuvo en cuenta que “la experiencia argentina mostró que la división del sistema de salud es mucho más que una cuestión de organización, a lo que debe sumarse las desigualdades que se presentan a niveles interprovinciales”.

En cuanto a la situación de precariedad en las condiciones de trabajo del sector de enfermería, Chao y Solís Carnicer sostuvieron que era previa a la pandemia y que se profundizó durante 2020 y 2021. Dijeron que “tanto en Chaco como en Corrientes, el contexto de crisis los colocó en el centro de la escena, donde las intervenciones de los Estados provinciales se limitaron en gran medida a ser paliativas, sin resolver los problemas estructurales a través de nuevas modalidades de contratación y traslados”.

Luego reclamaron que “las y los trabajadores que soportaron estas situaciones de precarización, estuvieron y están expuestos a la falta de políticas estatales que aborden estructuralmente sus problemáticas. Por otro lado, en ambas provincias se planteó escasa participación por parte de los y las enfermeros/as en la definición de los protocolos de asistencia en los diferentes centros de salud”.

Las provincias de Chaco y Corrientes integran el Nordeste argentino —junto a Formosa y Misiones— y tienen problemáticas comunes en cuanto a los altos índices de pobreza, de mortalidad infantil, bajos índices de desarrollo humano, baja cobertura y reducido gasto en salud per cápita (Pnud, 2011, pp. 52-53 y Ministerio de Salud de la Nación, 2018)2. En el segundo semestre de 2021, por ejemplo, el 30,4 % de los hogares de la región eran pobres y el 8,1 % indigentes (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, 2021a).

FUENTE: DIARIO «EL LITORAL».