El partido entre Huracán y Barrio Norte, disputado el pasado domingo en la cancha de Huracán de Goya, se vio interrumpido a falta de cinco minutos para su finalización debido a un corte de luz. Ante esta situación, el árbitro Maxi Soler decidió esperar más de 30 minutos para evaluar si el encuentro podía reanudarse, aunque finalmente se jugó con una iluminación deficiente.
Néstor Ferreyra, instructor de árbitros de la Escuela de Árbitros de Bella Vista, analizó lo sucedido y explicó las responsabilidades del juez en estas circunstancias. “No hay un tiempo estipulado para la espera. Todos los incidentes que puedan llegar a pasar son responsabilidad del árbitro, por ejemplo, si se corta la luz o por el retiro de la ambulancia. En este caso, el árbitro debía hablar con el responsable de seguridad del estadio y preguntar cuánto tiempo tomaría la restitución del servicio eléctrico. Si consideraba que era razonable seguir jugando, podía hacerlo, pero si establecía un plazo y la luz no volvía, el partido debía darse por concluido”, señaló Ferreyra a LA MAÑANA DE LA RADIO.
El instructor también resaltó la importancia de garantizar condiciones equitativas en el juego. “En esas condiciones no se puede jugar porque hay un arco que está en desventaja en cuanto a iluminación. Si el árbitro tomó la decisión de continuar, puede haber algunas consecuencias. Es absoluta responsabilidad de él y deberá justificar en su informe en qué condiciones se terminó el partido”, afirmó.
Ferreyra también aclaró que el árbitro tiene la potestad absoluta de tomar decisiones en este tipo de incidentes y que no es necesario consultar a los capitanes de los equipos. “En una competencia, cada equipo buscará favorecer su posición, por lo que la determinación final recae exclusivamente en el juez del encuentro”, concluyó.
El informe del árbitro Maxi Soler será clave para determinar si se tomaron las medidas adecuadas y si el resultado del partido podría verse afectado por lo ocurrido.