ANDRÉS RUIZ DÍAZ: “GRACIAS POR RECORDAR A ESTOS TREMENDOS MÚSICOS QUE TUVO EL PAÍS”

Martes 8 de septiembre 2020.

Desde 1989, cada 8 de septiembre no es solo una fecha más en el calendario, para nuestra ciudad. Ese día, un colectivo cayó en las aguas del río Paraná en la costanera de Bella Vista. El micro transportaba en su interior a una generación de nuevos y talentosos músicos chamameceros de aquel entonces. Entre los fallecidos estuvieron: Zitto Segovia, Jhonhy Behr, “Chango” Paniagua, Daniel “Yacaré” Aguirre, Joaquín “Gringo” Sheridan, Miguel Ángel “Michel” Sheridan y los dos choferes. Lograron sobrevivir, escapando del colectivo y de las aguas: “Cacho” Espíndola, Ricardo “Tito” Gómez, Ricardo Scófano, César González y Carlos Miño.

Antes del accidente, los artistas estuvieron en los estudios de Radiodifusora Virgen del Carmen. Podemos decir, que fue allí donde por última vez en vida, compartieron su arte. Andrés Ruiz Díaz es músico, y en ese momento era una de las personas que trabajaba en el lugar. En comunicación con “La Mañana de la Radio”, compartió sus impresiones de aquel día; recuerdos que aún perduran dentro de su ser, al igual que el legado musical de estos legendarios chamameceros.

“Para mí el río, en lo visual, cada vez que paso, cada vez que estoy o me acerco hacia ese lugar, me representa ese hecho. No hay un día que pase por el rio o esté por ahí cerca y no se me venga a la mente toda esa cosa vivida con esa tragedia. De hecho, esa música me traía siempre el paisaje del rio, así que con lo sucedido en la tragedia, más todavía”, contó Ruiz Díaz.

Respecto a la magnitud musical que los artistas tuvieron en esos años, Andrés detalló: “Ellos eran obra. Entonces, a la desaparición (física), se le suma la trascendencia del hecho en sí y lo que pasa a elevarse es la obra de ellos, algo que va a seguir siempre en la memoria de la gente y en el enriquecimiento de los chicos nuevos que están empezando a hacer música. Ellos (los músicos del accidente) son la generación que le han dado color a la poesía y nuevos matices a la melodía. Eso ha prendido por aquellos tiempos las ganas de hacer música. Ese tipo de música ingresó a lugares donde el chamamé todavía no podía ingresar, ellos son culpables de eso. Ese legado viene desde ese momento, hasta este momento y de acá hacia adelante”.

En Bella Vista, cada año se recuerda la tragedia a través de diversos actos y sentimientos. A nivel provincial, los registros de homenajes a estos músicos caídos en el río Paraná, parecen ser escasos. “Lo que pasa es que en mi caso y en el de muchísima gente que estamos en esto de andar con la música, de tener una admiración especial hacia ellos; no nos hace dar cuenta. Es como que todo el día los tenemos presentes, ya sea en nuestro pensamiento, en la elección de un tema para tocar o estando en una reunión casera, escuchándolos. Pero, cuando salimos de esa burbuja, inclusive; con la magnitud que tiene la Fiesta Nacional del Chamamé, no se escucha en ninguna de las noches. Como que no hay una noche exclusiva para recordarlos y eso que tienen toda la estructura para hacerlo. No se olviden que eran vidas de este género, lo que no es poca cosa”, sentenció el músico.

Y continuó, reflexionando sobre la transmisión del legado que dejaron como herencia: “Hay una generación empujada por esta gente, por sus obras, por su modo de vida, por su forma de vivir y por como pensaban. Eso se transmitió a todos los rincones de los lugares donde se hace música. Son una página fundamental para adelante. Hay chicos que están tocando maravillosamente. Se puede ver esa magnitud en las noches de la Fiesta Nacional del Chamamé o en el festival del chamamé de Mburucuyá, donde siempre estamos descubriendo chicos talentosos”.

A su vez, no dejó pasar la oportunidad, para compartir su forma de recordar este suceso: “Todos los años en esta fecha, soy de escuchar un tema que me transporta a este momento, el cual se llama ‘Nochero de Soledad’. Está en el disco Neike Chamigo del Grupo Reencuentro. Me lleva hacia un montón de lugares, no solo al momento de la tragedia, me da vuelta toda la cabeza; es con lo que me identifico en esta fecha. La canción tiene que ver con ese momento donde el músico regresa a su casa después de un show, y de recibir tantos aplausos y abrazos, y encuentra la soledad del final de la noche”.

“Nunca me olvido de Julián Zini. Una noche hablando, le pregunté por qué esto a ellos que tanto le cantaron al río, a esa forma de ser que tenemos con la fe. Por qué justo al “Gringo” (Sheridan). Y me dice Julián, con esa sabiduría: ‘El Gringo era tan grande, que necesitó el río Paraná para su tumba’. Gracias por recordar a estos tremendos músicos que tuvo el país”, finalizó Ruiz Díaz.

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