UNA MASACRE EN TEXAS REABRE EL DEBATE SOBRE LAS ARMAS EN EE.UU.

El tiroteo de este martes en una escuela primaria de Texas, en el que murieron al menos 18 niños y 3 adultos, reavivó de inmediato el eterno debate sobre las armas en Estados Unidos, sin que se vislumbre el final.
«Es hora de actuar, ¿cuándo, por el amor de Dios, nos vamos a enfrentar al lobby de las armas?», dijo el presidente Joe Biden en un mensaje desde la Casa Blanca. «Estoy descorazonado y cansado», declaró el mandatario de 79 años, quien llegó a la Casa Blanca tras una campaña en la que abogó por controlar las armas en poder de los estadounidenses.

Su vicepresidenta Kamala Harris también se declaró desolada tras la masacre en la escuela de Texas. «Ya basta», clamó y, dirigiéndose al Congreso, que se muestra reacio o impotente para legislar sobre las armas, agregó: «Debemos tener el coraje de actuar».

Actualmente, esto parece casi imposible. En Estados Unidos, los tiroteos son una plaga constante que los sucesivos gobiernos fueron incapaces de erradicar, dado que muchos norteamericanos siguen apegados a las armas.

Los estadunidenses se matan entre sí con armas 25 veces más que otros países desarrollados, señala el centro Brady Campaign to Prevent Gun Violence. La razón más citada por los que adquieren armas de fuego es la defensa individual, pero investigaciones de los últimos años confirman que en los hogares que tienen armas se incrementa de tres a cinco veces el riesgo de homicidio y suicidio.

Se calcula que hay más armas en manos privadas en Estados Unidos que población –de hecho, 120.5 armas por cada 100 residentes–, más de 390 millones, según cifras de 2018 por el Small Arms Survey. El Brady Campaign calcula que uno de cada tres adultos en Estados Unidos es dueño de un arma. En 2020 se perdieron casi 5 mil vidas más en homicidios con armas que en 2019.

Las armas fueron la causa principal de muerte entre niños y adolescentes en 2020, tomando más vidas que el covid-19, accidentes automovilísticos o cáncer” para los menores de edad, afirma un informe del Centro para Soluciones de Violencia de Armas de la Universidad Johns Hopkins. Texas, puesta en el centro del debate a partir de esta última masacre, es uno de los estados donde es más fácil adquirir un arma.

FUENTE: PÁGINA 12.